sábado, 19 de agosto de 2017

La heladería

Abajo han abierto una heladería. Durante dos meses nos han deleitado a los vecinos con la sinfonía de ruidos propios de las obras, pero no han sido éstas las únicas molestias: nos hicieron accidentalmente dos agujeros en la pared mientras montaban un tubo en el exterior del edificio y sólo repararon los desperfectos un par de semanas después; cortaron la luz una tarde sin avisar; nos dejaron sin ascensor una semana entera. Pensamos: bueno, invitarán a los vecinos a un helado cuando inauguren para compensarnos. Pero no. Abrieron con nocturnidad y alevosía (vale, tal vez no con nocturnidad, que seguro que abrieron de día). Qué menos que un helado a cambio de gentrificarte más la calle y marearte durante meses, este capitalismo insensible va a acabar con todos nosotros.

1 comentario:

Microalgo dijo...

No hay nada peor que el capitalismo heladero.