sábado, 20 de mayo de 2017
A la muerte de Chris Cornell
Los noventa fueron una época más inocente: no había posverdad, sino
mentiras, existía una cosa llamada grunge en la que nos refugiábamos los
chavales raros del pueblo y el porno era analógico (no penséis mal, que
el anal sólo se estilaba entonces en el europeo, aunque en algunas
cintas yanquis se iba abriendo camino). La muerte de un cantante de
entonces te entristece por puro narcisismo, pues te dices: coño, si ya
han pasado más de veinte años, ¿qué ha sido de mi rabia adolescente? ¡Si
yo venía a comerme el mundo! O a quejarme, al menos. Bueno, por suerte han inventado las redes sociales para desahogarnos. Algo es algo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
"Se iban abriendo camino". Jé.
Pero sí que fue una época inocentona, sí. Al principio de esa década yo tenía incluso pelo.
Publicar un comentario