domingo, 26 de marzo de 2017

Pautas

Le escribí a una chica a la que quise para felicitarle el cumpleaños, pero no me contestó nada. Es curioso que sea tan sencillo ganarse el odio o el desprecio y tan difícil el amor o el cariño.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Es que no se fiaría, la pobre. Empieza uno felicitando el cumpleaños y, a lo tonto, acaba uno en la cama con seis fulanas dorgadas y dos negros potencialmente equívocos. Se lo digo yo. ¿A quién no le ha pasado?