miércoles, 28 de diciembre de 2016

El aprendizaje sempiterno

Cuanto más sé de literatura, más me cuesta escribir. Digamos que antes conducía sin conocer las normas de tráfico y llegaba a mi destino despreocupadamente. Ahora estoy pendiente de no saltarme ninguna norma y avanzo a paso de tortuga y eso sólo cuando me atrevo a coger este vehículo literario.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Pero eso mejora tela la cosa.

Eso sí, ya conoce todas las normas: transgrédalas, Usted que puede. Yo no, yo soy un pobre funcionario y me resigno al nivel del tallerista de relatos. Y sé que no saldré de ahí. Corra, Usted que puede.