jueves, 20 de octubre de 2016

La protesta

—Buenos días, vengo a protestar.
—¿Ha pedido cita?
—No sabía que tuviera que pedirla.
—Claro que sí, es imprescindible. Mire, tenemos un hueco dentro de un mes.
—Pero yo quiero protestar ahora, que es cuando he sufrido el agravio.
—Qué desconsiderado es usted, ¿no ve que estamos ocupados?
—Entiendo, pero me urge protestar. ¿No podemos alcanzar algún tipo de compromiso?
—Claro que sí: váyase a casa y proteste ahora allí tranquilo y en silencio.
—De acuerdo, muchas gracias.

2 comentarios:

Toy folloso dijo...

- Sí, proteste por @mail. No olvide la póliza....

Microalgo dijo...

Big brother is watching you while you are complaining, man.