sábado, 9 de julio de 2016

El miedo a hablar demasiado

En la soledad de la habitación vacía, el hombre se atreve a predicar lo que normalmente calla. Ah, si tuviera público ahora seguiría guardando silencio, piensa, pero al menos sería un silencio cómplice.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Se deduce que el hombre habla mucho solo (ergo está un poco majara).