martes, 31 de mayo de 2016

La más guapa

Yo, señores, era la más guapa del pueblo, tengo una placa en casa que así lo atestigua. Cosas de las fiestas locales. Pero ¿dónde va una después de ello? Sólo a la decadencia, claro. Quise mudarme a la ciudad y ver si me elegían también la más guapa allí, pero imposible, era otro mundo, un mundo lleno de bellezas rurales de toda la región. Muy joven comprendí que había alcanzado el límite de mi belleza y no quedaba perseguir nada más.

lunes, 30 de mayo de 2016

La grandeza

—Buenas, vengo por la grandeza.
—¿Tiene usted cita?
—Llevo años llamando.
—Ya, como todos, pero eso no responde a mi pregunta. ¿Tiene usted cita o no?
—Pues la verdad es que no, pero si me dejara pasar un momento, sólo cinco minutitos...
—Váyase de aquí antes de que llame a seguridad.

domingo, 29 de mayo de 2016

Largas esperas

Marzo: escribo a la editorial para interesarme por las ventas. Me dicen que en abril me mandarán una carta con ellas.
Finales de abril: vuelvo a escribir a la editorial, que está terminando el mes y no he recibido nada. Me dicen que dejan para el final a los que hemos recibido adelantos (el premio cuenta como tal). Vale.
Finales de mayo: escribo otra vez a la editorial. ¿No me pueden mandar la información por email? Que así llegará antes. Pero no me responden nada.
Qué secretismo, estoy por pedirle ayuda a Julian Assange.

sábado, 28 de mayo de 2016

Cambiar

—¿Es usted idiota?
—Sin duda, toda mi vida avala esta teoría.
—¿Y no le gustaría cambiar?
—¡Por supuesto que no! Me gusta la estabilidad.

viernes, 27 de mayo de 2016

Tratos

—Me enviaron un email desde la editorial diciéndome que en abril me mandarían una carta con las ventas de la novela, pero está terminando mayo y no la he recibido todavía.
—Yo de mi editorial no tengo ningún tipo de noticia, ni emails ni nada.
—Qué desconsiderados los de tu editorial, a mí al menos me mienten.

jueves, 26 de mayo de 2016

Feriando

Ah, la feria del libro de Madrid, el epicentro literario. Se agolpan contra las casetas personas deseosas de llevarse un libro al entrecejo o la entrepierna y la literatura es una fiesta y blablablá. Yo he estado sólo una vez o dos en mi vida y como espectador, no creo que firme nunca en ella. A la de Sevilla sí me llevaron el año pasado y fue muy divertido. Me pusieron en una mesa sin libros ni nada, sólo un cartel. Pregunté por los libros y me contestaron:
—¿No los traes tú?
—No, nadie me dijo nada de que tuviera que traerlos yo, he venido sólo con uno con la idea de regalarlo a un amigo.
—Pues vaya faena.
—Sí. ¿Qué hacemos, me marcho?
—No, ¿y si viene un lector con tu libro para que se lo firmes?
—Eso suena a posibilidad muy remota.
—Da igual, se supone que tienes que estar aquí una hora.
Muy español esto de echar horas en la oficina aunque no haya trabajo que hacer. Así que me senté a no hacer nada, sólo mirar a la gente que pasaba por la plaza y que también me miraba a mí como preguntándose qué cojones hacía ese tipo sentado a una mesa vacía, si adivinaba el futuro o vete tú a saber. Al final acabé poniendo sobre la mesa el ejemplar que iba a regalar, para disimular un poco.
Al rato, se acercó un chaval que buscaba socios para una ONG. ¿Quería yo apuntarme? Si es como beneficiario, sí. Se rió. No, hombre, es para ayudar a otros. Yo necesito ayuda, que soy un escritor sin libros, respondí. Cogió el libro y le echó un vistazo a la cubierta. Leyó por detrás. Sonrió. Adoptó expresión soñadora (vale, más bien era pensativa) y me preguntó si podía sacarse una foto conmigo, que su novia era fan mía. Pensé: joder, otro que lee «Noguera» y piensa en Miguel Noguera. Como aquello era bastante violento, hice como los políticos y le di largas. Sí, claro, después, que ahora estoy trabajando (me había acabado creyendo que era importante que permaneciera en mi puesto).
Pasó la hora y me dieron permiso por fin para irme (now your watch is ended, o algo así me dijeron). Intenté salir de la plaza sin que me viera el chaval de la ONG, pero me interceptó con un placaje que ni en el Seis Naciones y nos sacamos una foto juntos mientras yo sostenía mi libro como un gilipollas. A veces intento imaginar la cara que tuvo que poner aquella buena mujer cuando el novio le enseñó la foto mientras decía algo como: mira, con el escritor ese que te gusta. Quizá rompí una pareja aquel día.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Plan de trabajo

Usted podría escribir dos novelas al año con este tranquilo plan de trabajo. Escriba una página al día y al terminar el mes tendrá treinta (veintiocho en febrero y treinta y uno en los meses correspondientes). Después de cinco meses tendrá una novela de ciento cincuenta páginas, lo mínimo que suelen pedir los concursos de novela. Ahora tiene un mes para corregirla con tranquilidad y, si le apetece, trabajar en algún relato que otro. Habrán transcurrido por tanto seis meses. Tiene otros seis para repetir el proceso.

martes, 24 de mayo de 2016

Recuperar el tiempo

Con treinta y cinco años escribí mi primera novela. Estos días he terminado la segunda. Tengo apuntadas ideas para tres más. Mucha prisa por recuperar el tiempo perdido.

lunes, 23 de mayo de 2016

La vida en directo

—Imagina que esto fuera una obra de ficción: no puedes seguir siempre igual, tiene que haber una evolución en tu personaje, hombre.
—Pues Woody Allen lleva toda la vida con el mismo personaje de judío neurótico neoyorquino y nadie dice nada.
—Hombre, no te compares con Woody Allen, que él es un genio.

domingo, 22 de mayo de 2016

Deseos de eternidad

—No quiero que te pase nada.
—¿Nada malo?
—Ni nada bueno. Nada. Me gustaría que fueras una foto fija en el tiempo que mirar de vez en cuando.

sábado, 21 de mayo de 2016

Promesas a largo plazo

Miro los relatos en el disco duro y me digo: algún día los reformaré para que se parezcan a lo que tenía pensado. Algún día.

viernes, 20 de mayo de 2016

Consejo de belleza en revista de moda

Ten buenos genes. Si no puedes, empieza de nuevo.

jueves, 19 de mayo de 2016

Certificados

—Buenos días, les llamo porque había pedido mi certificado de nacimiento, pero resulta que me han enviado el de defunción.
—Sí, la política del ministerio es adelantar trabajo.
—Pero aquí dice que muero dentro de cuatro años.
—La fecha es correcta, sí. Está todo aquí registrado.
—¿Les parece bien comunicar de esta forma a los ciudadanos su muerte?
—No entiendo su queja. Lo hacemos por escrito y se trata de un documento oficial, ¿qué más quiere?

miércoles, 18 de mayo de 2016

Erratas

—Pasa, por pavor.
—Grecias, es usted muy amable.
Ella lo mira con el coño fruncido.
—No me llames de usted, puedes putearme.
—Pendón, es la costumbre.

martes, 17 de mayo de 2016

Sumas

—¿Y usted qué aporta a nuestro proyecto?
—Yo soy el lastre, caballero. Todo proyecto necesita el suyo.

lunes, 16 de mayo de 2016

Objetivo conseguido

Ayer terminé de escribir una novelita. Ahora sólo tengo que reescribirla por completo.

domingo, 15 de mayo de 2016

Nada de esto

Nada de esto habría sido posible sin ti. Yo no habría escrito jamás una novela. O quizá sí, pero lo dudo. Habría sido mucho más difícil, en cualquier caso. Tú no lo sabes, pero yo sí. Todo el mérito es tuyo, yo no he hecho nada.

sábado, 14 de mayo de 2016

Extensiones y plazos

Ganar un par de líneas en un párrafo como el que recorre los últimos metros ante la meta. Morir en la orilla literaria, qué pena. Pero siempre habrá otros concursos, ¿no? Otras oportunidades. O también puedes hacer trampas con los márgenes, si tanta prisa tienes.

viernes, 13 de mayo de 2016

Esperando cartas

Y no llegan. Ni mi certificado de nacimiento ni las ventas de mi novela. Lo segundo quizá entra dentro de lo normal, pues tal vez no he vendido nada y el silencio es la forma que ha elegido la editorial para comunicármelo, pero en principio nací en algún momento de la historia. ¿O no? ¿Cómo pretendo vender libros sin haber nacido? Es todo muy confuso.

jueves, 12 de mayo de 2016

Urbanismo

Se aprobó por unanimidad que las calles de la ciudad terminaran en las afueras.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Coaliciones

—Buenos días, ¿Paul Auster?
—Sí, soy yo.
—Le llamaba para proponerle una coalición literaria.
—¿Cómo dice?
—Juntos podremos cambiar la literatura mundial.
—Le agradezco la oferta, pero no me interesa. No se ofenda, pero es que ni siquiera sé quién es usted.
—Soy un escritor emergente. Bueno, ahora mismo estoy hundido, pero intento emerger. Y con usted de aliado me sería más fácil. ¿No quiere ayudar a un escritor en apuros? Piense que el fracaso me otorga una pátina de autenticidad que usted, triunfador, ya no tiene.
—¿Encima me insulta? ¿Cómo ha conseguido mi número de teléfono? No vuelva a llamar más.
—¡No cierre las puertas al futuro!

martes, 10 de mayo de 2016

Entradas y salidas

Entrar en un relato siempre es más sencillo, es como si hubiera una ventana abierta en todo momento por la que te puedes asomar. La novela, en cambio, sería un sótano laberíntico, unas catacumbas a las que apenas llegan los sonidos del exterior. No es tan fácil entrar allí y, sobre todo, no es tan fácil abandonarla.

lunes, 9 de mayo de 2016

De la construcción literaria

A menudo el escritor descubre que el edificio literario que ha estado levantando con tanto mimo e ilusión se tambalea peligrosamente. Pero no es un ingeniero, claro, sólo ha seguido una idea y ésta es voluble y caprichosa. Habrá que intentarlo de nuevo o trabajar mucho hasta que el resultado sea satisfactorio (o aceptable, al menos). Ah, si la literatura fuera una ciencia exacta como las matemáticas, suspira. Luego piensa que la economía se resentiría mucho si todo funcionara como la literatura. Sobre todo por la falta de lectores.

domingo, 8 de mayo de 2016

El descanso de regresar

Es bonito viajar, pero también es muy cansado cuando lo haces con pocos medios. Necesitas unas vacaciones después. Vaya, que es poco práctico.

sábado, 7 de mayo de 2016

Luz nocturna

—Está tan oscuro aquí, vieja amiga. No se parece en nada a las claras noches de verano de Suecia, sino al largo invierno o a la hora del lobo, cuando los hombres tiemblan en su sueño. Y vago ahora en busca de Sven, a ver si juntos podemos iluminar un poco esto.

Publicado en el número 4 de Obituario.

viernes, 6 de mayo de 2016

La sociedad Pavese

Se cuenta que en días sin nubes llegan a Turín, procedentes de lugares de todo el globo, miembros de la Sociedad Pavese. Se alojan siempre en el hotel Roma, pero no para celebrar una convención, ya que por lo general se ignoran. A lo sumo, se dedican un leve gesto con la cabeza si se cruzan en el pasillo, una señal de reconocimiento y nada más. Luego, desde sus respectivas habitaciones, cada uno de ellos telefonea a tres chicas a las que invitan a cenar. Si alguna de ellas acepta, el miembro de la Sociedad Pavese acepta el dulce aplazamiento que supone cenar acompañado de una bella mujer. Si ninguna acepta, el socio cuelga el teléfono, se descalza, garabatea una nota de despedida y acaba con los somníferos que lleva en la maleta.

Publicado en el número 5 de Obituario.

jueves, 5 de mayo de 2016

Soñé que era Arturo Belano

Soñé una noche que era Arturo Belano y estaba en África, vagando sin rumbo cierto en la jungla, adentrándome más y más en el corazón de las tinieblas, siguiendo los pasos de Rimbaud. Pero Rimbaud no se perdió en África, me pareció que me decía la voz de Ulises Lima. Sí se perdió, le dije, y nunca volvió a Europa: el que regresó no era él, sino un impostor. Yo busco su espíritu. O lo que dejó perdido él aquí. O quizá lo que nunca encontró, todavía no lo sé. Todavía no lo sé.
Soñé a la noche siguiente que seguía explorando las profundidades africanas y que un pájaro me hablaba con la voz de Ulises Lima. No sé qué andas buscando por aquí, carajo, me espetó. Cuando lo encuentre, te lo diré, contesté. Eso es un cliché, me respondió.
Soñé una noche más que seguía siendo Arturo Belano en la sofocante oscuridad de África. La voz de Ulises Lima me llegaba débil, como en un sueño dentro de otro sueño. Rimbaud murió en un hospital con una pierna menos, me dijo. A mí no me pasará eso, le dije con convicción, yo me niego a morir en un hospital. Lima se encogió de hombros.

Publicado en el número 3 de Obituario.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Decíamos ayer

Tengo mi propia voz, pero sé que no quieres escucharla (yo tampoco).

martes, 3 de mayo de 2016

El aquí, el ahora y otros demonios

Nietzsche nos despreciaría, pero nunca seremos superhombres. Nos conformaríamos con llegar a ser simplemente hombres. Pero no podemos enderezarnos, ya no, así que vivimos de los despojos de los fuertes y la caridad de las buenas gentes. Sin planes de futuro, presente o pasado.

lunes, 2 de mayo de 2016

Rencores

—Se toma la vida a cachondeo y, claro, la vida reacciona igual con usted, ¿qué esperaba?
—Pues que la vida se limitara a reaccionar como un conjunto de diversas leyes físicas y nada más.

domingo, 1 de mayo de 2016

El pie en la puerta

Sabes que lo estás haciendo muy mal cuando incluso a ti cualquier nombre te suena más que el tuyo.