domingo, 8 de noviembre de 2015

Adorar la vida

—¿Se puede saber por qué has montado un altar con fotografías de la vecina?
—Por hastío, cariño.
—¿Qué?
—Estoy cansado del culto a la muerte. ¿Nunca te has dado cuenta? Siempre adoramos a gente fallecida: escritores, músicos, líderes, etc. Los cristianos lo hacen incluso con su dios (además de con los santos y la Virgen). Yo he decidido que eso es muy mórbido y que hay que adorar a los vivos. ¿Y qué mejor persona viva que la vecina, que tiene sólo veinte años?

1 comentario:

Microalgo dijo...

No sé si será mejor idea optar por el politeísmo y disimular a la vecina veinteañera entre el cartetro y la otra vecina del segundo, la que es viuda de un guardia civil...

Lo digo porque le puede caer una colleja en plan "toma, hereje".