domingo, 30 de agosto de 2015

El club de suicidas de Ted

—Assia, tú y yo somos hermanas.
—¿A qué te refieres, Sylvia? ¿Hermanas por haber amado al mismo hombre?
—No, eso es secundario. Muchas mujeres aman al mismo hombre, algunas en secreto. Lo nuestro es más fuerte, más profundo, pues somos hermanas en la muerte. Pertenecemos al club de suicidas de Ted.
—Qué honor, creo.
—Lo es. Hermanas de sangre, tinta y lágrimas. Un vínculo que nos une en la muerte cuando todo nos dividía en la vida.
—Qué facilidad tienes para encontrarle el lado poético a todo, incluso aquí. Yo no dejo de pensar en la injusticia que cometimos contra nuestros seres queridos. Mi hija, que no la encuentro aquí. Tus hijos, que ya nunca pudieron prepararse una pizza sin pensar en ti.

Publicado en el número 11 de Obituario.

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