lunes, 16 de marzo de 2015

Eros y Tánatos

—¿Sabes? Hacemos el amor para espantar a la muerte.
—Ah, muy bonito. Y yo que pensaba que era por mi cuerpo perfecto.
—Precisamente, follar tu deseable cuerpo es la mejor manera de afirmar la vida. Y afirmando la vida, mantenemos alejada a la muerte.
—No sé, yo creo que a la muerte le gustaría ver nuestros cuerpos sudorosos y agitados.
—¿Qué?
—Piénsalo: la muerte puede entrar en cualquier sitio, no hay puerta o muro que la detenga. ¿Y qué le gustaría más que admirar dos cuerpos jóvenes amándose vigorosamente? Así que, en todo caso, atraemos a la muerte. Ahora mismo podría estar sentada en esa silla mirándonos con atención, de hecho.
—Creo que acabas de cargarte mi libido para siempre, nena.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Eso le pasa por a)liarse con una gótica y b)darle pie.

El juego de palabras, sin duda soez y muy lejos de mi natural elegancia, acerca de que no era esa parte del cuerpo (el pie) precisamente la que le estaba dando a la chica, se lo dejo a Usted, que seguro que encuentra una manera menos ajoarriera de cosntruirlo. Que para eso es escritor. Y publicado.

Microalgo dijo...

"Cosntruirlo" es una palabra "mosntruosa". ¿A que sí?