viernes, 9 de enero de 2015

El recuerdo

Esta grabación tiene veinte años, buena parte de esos ancianos ya están muertos. Es raro pensar en todas esas personas anónimas. ¿Cómo se llamarían? ¿Cómo serían? Es casi como si nunca hubieran existido, ¿verdad? Puede que tengan todavía parientes que los recuerden, claro, pero un día también morirán y pasarán definitivamente al olvido. ¿Quién sabrá que hubo un señor que se llamaba Antonio Pérez? ¿Quién sabrá que vivió en esta calle? Que nunca se casó y que coleccionaba sellos. Yo no quiero que eso me pase a mí. Por vanidad, por ego, por lo que quieras, pero me empeño en dejar huella, señales de mi existencia. Para que me recuerden los que nunca me conocieron. Aunque yo entonces ya no recordaré la vida y en realidad no importará.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Marco Aurelio Dixit:

IV.19: El que se queda embelesado por su reputación postrera no se representa que cada uno de los que lo recuerdan morirá rápidamente como él, luego a su vez lo hará el que le suceda en el recuerdo hasta que toda memoria se apague del todo también a medida que avanza entre las personas que se encienden y se apagan. Pero supón que los que te van a recordar son incluso inmortales y que el recuerdo es inmortal. ¿Y eso a ti qué? (Marco Aurelio, 121-180 dC: Ad se ipsum - meditaciones).

Estos cabrones lo escriben todo antes que uno...