domingo, 14 de diciembre de 2014

El extranjero

Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé. Quizá se ha suicidado, el telegrama no lo especifica. Siempre le gustó mucho Camus, que decía que el único problema filosófico verdaderamente serio es el del suicidio. Pero también podría no haberse suicidado. Ya no tenía edad para esas cosas. En general, uno se suicida de joven o no se suicida. Claro que también hay excepciones. Otra posibilidad es que haya sido víctima de esa epidemia de peste que, cuentan, azota Orán estos días. Pero morir de peste en la actualidad también es raro. Uno muere de peste en el medievo o ya no es lo mismo. Es todo muy extraño. Me acuerdo de pronto de aquello que dijo una vez Camus: «entre la justicia y mi madre, elijo a mi madre». A mí ya sólo me queda la justicia, no hay una verdadera elección. La justicia por mi mano, como matar a un árabe en la playa. Es todo muy confuso.

Publicado en el número 10 de Obituario.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Me desasosiega más Camus que Pessoa, fíjese.