viernes, 31 de octubre de 2014

La novela

Me acuerdo ahora de mi profesor de lengua del instituto. ¿Qué diría él de todo esto? ¿Le sorprendería, estaría orgulloso de mí? Es todo muy raro, parece que fue ayer cuando asistía a sus clases y en realidad han pasado más de quince años. Hablan de esperar para hacer balance, pero es una tarea imposible, la vista no llega tan lejos, se pierden los detalles, sólo tienes una impresión general, un mapa enorme lleno de manchas borrosas.

jueves, 30 de octubre de 2014

El gran escritor sin obra

Declinaba siempre todas las ofertas de edición con las mismas palabras: estoy esperando a que me llame la posteridad, para publicar con ella.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Ganar

Es raro ganar. Es raro por falta de costumbre, por inesperado. Recuerdo cuando soñaba con ganar MálagaCrea y finalmente lo conseguí al octavo intento. Ahora en cambio he ganado a la primera (y la última, que por edad no podría presentarme más). Tenían razón quienes me decían que tenía que escribir una novela. Soy novelista, mamá. Y esas cosas.

martes, 28 de octubre de 2014

El viejo Jules

A veces pienso en Jim, mi amigo francés, y en mi mujer francesa, que también fue suya. Es raro que nuestros países se entendieran tan mal y en cambio nosotros pudiéramos compartir incluso el amor. No había voluntad de cooperación, es evidente, todo querían solucionarlo los dirigentes con la violencia. En eso se parecían a Catherine, que también era muy visceral, incapaz de aceptar un no como respuesta. Pienso ahora que nosotros representábamos el espíritu de la nueva Europa que todavía estaba por venir y ella el de la vieja Europa de siempre. Ah, pero era tan hermosa, tan cautivadora, tan necesaria. Mucho más que cualquier patria del mundo.

Publicado en el número 19 de Obituario.

lunes, 27 de octubre de 2014

Usted es normal

Usted es normal y hemos escrito este artículo para decírselo. La vida moderna nos crea muchas dudas: ¿Es lo mío normal? ¿Llevo una vida sana? ¿Voy a la moda? Puede estar tranquilo, no es usted un bicho raro. O al menos no lo será mientras siga leyendo nuestra revista y sus artículos para estar al tanto de las novedades en normalidad.

domingo, 26 de octubre de 2014

La condenación eterna

La anciana asestó un manotazo a la mosca y luego la arrojó al horno, preguntándose durante un instante si el insecto pensaría que había sido condenado al infierno.

sábado, 25 de octubre de 2014

Vernon Sullivan

Cuentan que Vernon Sullivan, legendario escritor underground, viajó de Estados Unidos a Francia expresamente para el funeral de su amigo y traductor Boris Vian, fallecido de un infarto en la proyección de Escupiré sobre vuestra tumba, adaptación cinematográfica de la novela homónima del autor afroamericano. «Tendría que haber sido yo y no él», dijo desconsolado a la joven viuda.

Publicado en el número 2 de Obituario

viernes, 24 de octubre de 2014

Ejercicios para una vida sana

Yo practico mucho el desamor, ¿sabe? Es un ejercicio aeróbico, sostenido; ni se imagina la de peso que se pierde. Se lo recomiendo a todos mis amigos.

jueves, 23 de octubre de 2014

La lengua del amor

Siempre quise hablar el amor, pero es una lengua extranjera muy complicada. En cambio, es la lengua materna de las mujeres. Quizá por eso me empeñé tanto en aprenderla, aunque nunca fui capaz de traducir más que unas pocas palabras.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Indignarse

—Y a usted, caballero, ¿le gusta indignarse?
—Por supuesto, es un ejercicio que practico todo el tiempo. Es bueno para la formación del carácter. Y para los pulmones.

martes, 21 de octubre de 2014

El viejo Doinel

Antoine Doinel, después de tantos años, sigue yendo a todos los sitios corriendo, aunque el doctor se lo ha desaconsejado con énfasis: ya no tiene edad, sus rodillas sufren (no está tan delgado como antaño), podría tropezar y romperse la cadera. Pero es difícil desembarazarse de los viejos hábitos, el hombre es un animal de costumbres, incluso Antoine, que siempre ha sido de costumbres caóticas. Todavía sigue persiguiendo el amor y quizá por eso corre, tras el amor en fuga, piensa. Se acuerda de los viejos amores: de Colette y las Juventudes Musicales; de Christine, su mujer, la madre de su hijo Alphonse —Christine, la pobre Christine, que tanto le sufrió, recuerda que también corrió para su funeral y Alphonse le regañó por llegar tarde—; de Fabienne, la fantasía de la mujer madura; de Kyoko, la fantasía de la mujer exótica; de Sabine, la fantasía de la mujer puerto, donde uno arriba después de una larga travesía entre tormentas. Pero la vida se compone de etapas constantes, ni el amor ni la literatura son lugares donde detenerse: no hay más final que la muerte, sólo entonces la historia termina y la pantalla permanece en negro.

Publicado en el número 19 de Obituario.

lunes, 20 de octubre de 2014

Carantoñas

—Ay, princesita mía.
—No me llames así, que soy republicana.
—Vale. Ay, vicepresidentita mía.
—Eso no es nada romántico.
—Es el equivalente, no me seas.
—Sí te soy. Llámame otra cosa.
—Bueno, pues Miss España mía.
—Eso es sexista.
—¿Míster España?
—Sólo me llamas cosas horribles.

domingo, 19 de octubre de 2014

Desnudos gratuitos

—¿Me desnudo?
—No sé, ¿lo justifica el guión?
—Vamos a follar, así que yo diría que sí.
—No necesariamente, también se puede follar vestido.
—Pero es más sensual piel contra piel.
—No te falta razón. Sin embargo, podríamos apagar la luz, para que no sea un desnudo gratuito.
—Gratuito no es, que la habitación de hotel nos la cobran.
—Ya me entiendes. ¿Es necesario que se te vean las tetas para nuestra historia de amor?
—Por supuesto. Mis tetas siempre aparecen en mis historias de amor.
—A mí me parece que es usar a la mujer como objeto.
—Siempre puedes cerrar los ojos.
—No es suficiente. Hay que apagar la luz, para que no te vea Dios.
—Pensándolo mejor, no me desnudo y me marcho.

sábado, 18 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso (3)

—Y usted, ¿se expone al fracaso?
—Sólo en la intimidad, que me da vergüenza.
—Pues eso hay que corregirlo, caballero.
—Lo sé, está entre mis planes de futuro.

viernes, 17 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso (2)

Exponerse al fracaso es considerado algo de mal gusto, pero colectivos de todo el país solicitan que se habiliten playas para tal actividad.

jueves, 16 de octubre de 2014

Exponerse al fracaso

Exponerse al fracaso es un ejercicio necesario para el espíritu. Yo lo hago a menudo, quizá demasiado, según mi médico, que afirma que un día de estos voy a coger un constipado.

miércoles, 15 de octubre de 2014

De la posibilidad de estar equivocado

—Y usted, caballero, ¿se equivoca?
—No me consta. Es más, me niego a que me conste. Equivocarme iría fatal para mi autoestima, así que es algo que no puedo permitirme. No digo que no suceda, pero me niego a aceptarlo, lo que viene mucho mejor para enfrentarse a los desafíos del ego.

martes, 14 de octubre de 2014

Nueva tarde con Teresa

La reconocería en cualquier parte, me digo cuando la veo bajar del autobús junto al resto de turistas, pero quizá los ojos me engañan. O la cabeza. Ya no tengo edad para recibir el sol rondeño sin sombrero y quizá por eso ahora veo fantasmas del pasado; aunque Teresa nunca formó parte realmente de mi pasado: fue sólo un breve momento onírico, un instante de posibilidad en aquel leve aperturismo que apenas notábamos y en el que al final muy poco cambió.
Durante unos minutos, vacilo. Se me ocurre que sería buena idea acercarme a ella como si no hubieran transcurrido cincuenta años y decirle: «¿No te acuerdas de mí? Soy Manolo». Pero cuántos Manolos habrán pasado por su vida; y mucho más significativos que yo, seguro. Supongo que se esforzaría por olvidar aquella etapa, para ella tan idiota, en la que se relacionó con un rufián del Carmelo. No, sería embarazoso para Teresa recordarle que una vez existí en su vida y esa incomodidad me traería un dolor que yo también me he esforzado en olvidar.
El resto de ancianos del autobús se asoma al Tajo con emoción contenida, pero ella no parece muy impresionada, está más pendiente del teléfono móvil. Me figuro que habrá viajado por el mundo en primera clase. Habrá visto las pirámides y cosas así. Qué puede decirle una hendidura en mitad de una pequeña ciudad malagueña.
Quizá sea viuda, fantaseo. Y me imagino en el acto robando una moto y llevándola al campo. Pero para qué. ¿Para tocarla con dedos marchitos? Hace mucho que ese fuego se ha apagado. Tan sólo podría hablar con ella, contarle mis sueños y esperanzas de entonces, cuando creía que a mi alcance podría estar ese mundo mejor que representaba ella. Todo lo que podría haber sido. Pero sería una tontería, qué sentido tiene ponerse ahora a reclamar lo que ya nunca podremos tener. Creo que, en el mejor de los casos, nos pondríamos al día y poco más. Ella me hablaría quizá de su marido, hijos y nietos y de una burguesía barcelonesa que para mí existe en otro mundo. Yo le contaría que me volví a Ronda no mucho después de salir de la cárcel, que me cansé de ser siempre el charnego y que aquí me fue más o menos bien. Trabajé de camarero, me casé con la Lola, puse un bar, nada fuera del guión, aunque eso fue siempre lo que quise yo: salirme del guión que otros habían escrito para mí sin pedirme mi opinión. Ella me miraría con aquellos ojos que se parecían a los de mi Teresa, pero que realmente no eran ya los mismos, ahora que la experiencia había dibujado en ellos, y tampoco podría entenderme después de tantos años, más sabia, pues lo mejor que hizo ella con su vida fue volver al guión que unas estructuras de poder inamovibles habían determinado para todos nosotros.

Publicado en La guasa de la memoria.

lunes, 13 de octubre de 2014

Capítulo 3500

Estoy estos días esperando que el editor me diga la cifra de ventas. Me intriga saber cuántos planetas han recibido mi mensaje (cada persona es un mundo, blablablá). Allí afuera hay vida, piensa cada escritor. Todo libro es un mensaje de auxilio, un intento desesperado de contactar. Algo así, no sé, no me hagáis mucho caso (dijo el escritor sin lectores). En principio, no tendría que ser muy difícil vender cien ejemplares en un país de cuarenta y siete millones de habitantes, dicen las matemáticas, pero si algo hemos aprendido es que las matemáticas no son nuestras amigas. Es más, compliquemos el asunto: en el mundo hay, más o menos, quinientos millones de hispanohablantes; no parece una empresa titánica vender cien ejemplares entre ellos. ¡Tantos lectores potenciales! Cada escritor que no vende es ignorado por quinientos millones de personas. Y tener que levantarse de la cama cada mañana...

domingo, 12 de octubre de 2014

El terror

«Sopla de nuevo las velas, que la foto ha salido movida», le dijeron. Ella obedeció y volvió a apagar las velas de su vigésimo quinto cumpleaños. Y cumplió cincuenta.

sábado, 11 de octubre de 2014

El tiempo recobrado








































Con esta obra nos dieron una mención especial a José Pablo y a mí en el certamen de cómic de MálagaCrea de 2013.

viernes, 10 de octubre de 2014

Sonia

Querida, los años se marchan y nosotros permanecemos. Veintitrés tenías cuando nos conocimos, ahora son veintisiete. Es extraña la realidad: tanto vivido en un suspiro. Y todo gracias a ti, que iluminas una vida destinada en principio a la oscuridad absoluta: la mía. Es extraña la realidad, repito: que yo naciera en un extremo de Suecia y tú, nueve años después, en uno de España y sin embargo acabáramos encontrándonos. Qué azaroso devenir de acontecimientos fue necesario para ello. Qué magia. Qué ficciones vestidas de realidad o viceversa. Y qué inesperada habilidad por mi parte para embaucarte a compartir tu vida conmigo. O qué ingenuidad la tuya. Es extraña la realidad. Y muy bonita, contigo.

jueves, 9 de octubre de 2014

Tenemos que hablar (2)

—¿En qué momento exacto se encuentra nuestra relación?
—No sé, ¿en el índice? ¿En los agradecimientos?
—Imbécil.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Tenemos que hablar

—Tenemos que hablar.
—¿Puedo solicitar clemencia?
—No seas tan dramático. Es sobre nosotros. De lo nuestro.
—Esa falda te queda estupendamente bien.
—Gracias, pero no trates de embaucarme. ¿Piensas en nuestra relación?
—Depende del momento.
—¿Eso qué significa? ¿Acaso piensas en otras?
—No, lo que quiero decir es que no pienso en nosotros cuando estoy defecando, por ejemplo.
—Me alivia saberlo, pero ¿adónde nos dirigimos?
—Si tenemos suerte y jugamos bien nuestras cartas, acabaremos en nichos consecutivos.
—Muy esperanzador, sí.
—Y romántico.

martes, 7 de octubre de 2014

El comunicado

Es cierto que la paciente tiene un poco de ébola, pero sin exagerar.

lunes, 6 de octubre de 2014

El sentido de una vida

El doctor Leitmotiv le atenderá enseguida, dijo la enfermera. Pero él no podía esperar tanto, pensó, estaba perdiendo un tiempo precioso, todos esos minutos sin un sentido para su vida. ¿Quién le iba a reembolsar el tiempo perdido? ¿El banco? ¿La medicina moderna? ¿Podría quizá robárselo a otro? Esperaba que al menos estas preguntas encontraran respuestas en la consulta del doctor.

domingo, 5 de octubre de 2014

El gran soñador

Se pasaba todo el día haciendo proyectos y no le quedaba tiempo para llevarlos a la práctica.

sábado, 4 de octubre de 2014

El viaje

Siéntese, soy aquel a quien llaman Bardamu. Perdone el desorden, es cosa de mi gato, Bébert, que lo revuelve todo. Ahí lo tiene, tumbado en ese anaquel. A veces creo que sólo escribo para mi gato, sobre todo ahora que soy un maldito. Francia es muy cruel con sus escritores, ¿no lo sabía usted? Es curioso, en un país que, por lo demás, mima la cultura. Pero hay que esperar a morirse para ser rehabilitado. Al contrario que el resto de los mortales, un escritor huele mejor cuando por fin está muerto y ya no puede opinar. Al final sólo queda la obra y no siempre. Pero usted venía por eso, ¿verdad? Para que le narrase el viaje al fin de la noche. Sin puntos suspensivos, que no domina el código morse.

Publicado en el número 16 de Obituario.

viernes, 3 de octubre de 2014

Encuentros

Anoche soñé que coincidía en un lugar con mi yo del pasado y me caía fatal. Por si fuera poco, el sentimiento era mutuo.

jueves, 2 de octubre de 2014

Un año

Hoy se cumple un año de la presentación de mi libro. Trescientos sesenta y cinco días que he aprovechado para triunfar en todos los ámbitos de la vida... Bueno, quizá el año que viene.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Ese momento previo al fracaso

Es emocionante cuando van a fallar un concurso, ese momento previo al fracaso, cuando todo parece todavía posible. Si pudiera vivir siempre en ese momento.