miércoles, 30 de julio de 2014

Tribulaciones estivales del escritor tercermundista

Escribir con este calor es imposible, se derriten las ideas y la mejor disposición. Uno quisiera escribir bajo el dulce ronroneo del aire acondicionado, claro, pero eso no está a mi alcance. Un clima interior agradable. Aunque, bien mirado, quizá me entrase modorra entonces y me pasase el día durmiendo siestas interminables sin escribir absolutamente nada. Entonces me quejaría del aire acondicionado y buscaría morir de calor para tener las neuronas despiertas o algo así. Es un tema complejo.

1 comentario:

Microalgo dijo...

23ºC.

Es lo suyo. Hágame caso.