lunes, 30 de junio de 2014

La novela

Ya está, ciento sesenta y siete páginas. He escrito una novela. Por fin me dejarán tranquilos todos los que me decían que la novela era el Santo Grial que solucionaría mis problemas. Ahora, a reescribirla mil veces.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Ejjem.

Déjeme que le explique.

Su novela NO PUEDE tener ciento sesenta y siete páginas. Lo siento, no puede, no, no me proteste.

Los editores, que editar saben un rato, han comprendido ya desde hace mucho que una novela debe DESPLAZAR a las demás novelas de las estanterías, en lentas pero cruelísimas batallas, como si de corales litigantes se tratara. Así las cosas, una novela tiene que ser GORDA para que las obras de los demás escritores griten "aaah" y se caigan de las estanterías (que es lo que le ha pasad oa las suyas, hasta ahora). No es literatura, es biología. El espacio es un recurso, Usted tiene que ganarlo por el método de empujar con la cadera cuando nadie le mira.

Me parece mentira que nadie se lo haya explicado, al igual que me parece inconcebible que nadie le hubiera explicado en su día a Rubalcaba que JAMÁS habría podido llegar a presidente de gobierno. ¿Por qué? Porque era calvo. Mire cómo Putin y Berlusconi, tan alopécicos como Don Alfredo Pérez (o más) lo entendieron enseguida y se apresuraron a injertarse pelo, aunque parecieran muñecas de Famosa. Mejor eso que calvo. A un calvo no le vota nadie. Tampoco se enteró (o nadie quiso contárselo) Miquel Roca, y ya ve la que se pegó.

Ande, ande, recupere su novela y métale en medio fragmentos robados de Guerra y Paz, o de alguno de los últimos volúmenes de En Busca del Tiempo Perdido (que total, somos ocho o nueve los pardillos que nos los tragamos), y dele u npoco de volumen a su novela o no llegará a ningún lado.

Si, claro, ódieme. Nos pasa mucho a los que decimos la verdad, estoy acostumbrado.

Gabriel Noguera dijo...

¡No sería yo si hiciera esto bien!