martes, 17 de junio de 2014

La devaluación vital

Viviendo siempre una vida que no te pertenecía. No es que fuera tiempo prestado, más bien lo tuyo era como una emisión constante de moneda para ir tirando. La devaluación vital. Y ya no te queda nada más que declarar la bancarrota y ver si puedes volver a empezar de cero.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Lo mejor es emigrar y dejar deuda. Amén.