sábado, 31 de mayo de 2014

La última vez

Lo habitual es que uno no conozca cuándo es la última vez que está con una mujer determinada. Lo normal es que uno se acueste con ella pensando que habrá otras veces. O no pensando nada en absoluto, claro. Si uno supiera que es la última vez, quizá haría algo especial. Algo del menú que quedó por probar, por ejemplo. Algo memorable que distinguiera este último polvo de los anteriores. Aunque lo que lo diferencia es precisamente que se trata del último, pero es una característica que adquiere después, cuando ya todo ha terminado. «Sí, recuerdo bien la última vez, fue en una habitación de hotel, era primavera y blablablá». Uno quisiera estar sobre aviso para que nada se quedara en el tintero, pero es de mala educación (y una señal de debilidad) preguntar a tu partenaire si habrá más veces o si la de hoy va a ser la última.

viernes, 30 de mayo de 2014

El tiempo

El tiempo me ayudó a olvidarla. El tiempo atmosférico, que los huracanes arrasaron la región y no tuve tiempo para pensar en el pasado.

jueves, 29 de mayo de 2014

Logísticas

—Noé, quiero que me construyas un barco. Un barco enorme que luego llenarás de animales.
—Señor, ¿qué sé yo de ingeniería naval? O de cuidado de animales, ya que estamos.
—Algo sabrás de eso último, que os dedicáis al pastoreo.
—Pero no de tigres, Señor. Es más, ¿qué sé yo de tigres? Si ni siquiera he visto uno en mi vida. Por otra parte, si meto una pareja de cada especie animal... los carnívoros tendrán que comer, digo yo. ¿Meto más de una pareja de cada herbívoro?
—No te preocupes, que yo me ocuparé de que no tengan que comer durante la travesía.
—Pero comerán cuando ésta termine, ¿no? ¿Qué sentido tiene salvar a una especie del Diluvio para que se extinga nada más desembarcar?
—Te repito que yo me ocupo de esos detalles, Noé. Y deja de dudar de Dios o me buscaré otra familia a la que salvar arbitrariamente.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Un enamorado habla de su tierra

—¿Cuándo voy a volver a ti, amor? ¿Cuándo terminará este largo exilio? ¿Cuándo expulsarás al usurpador?
—Te repito que estamos divorciados y que tendrías que rehacer tu vida como he hecho yo, Emilio.

martes, 27 de mayo de 2014

Incongruencias

«Lo que pasa es que usted es un antisistema», repetían a modo de insulto, como si el sistema funcionara.

lunes, 26 de mayo de 2014

La paternidad y el mundo literario

El viernes pasado conocí en persona a Javier López Menacho, autor de Yo, precario. Nos conocemos a través de internet desde hace años, pero nunca habíamos coincidido en ningún sitio. Aprovechando que él también era finalista en MálagaCrea, hizo una visita relámpago a Málaga y quedamos. Antes compré por fin su libro, que era una cuestión pendiente. Lo encontré en la sección de Testimonios, entre Mi hijo era de ETA y Por qué soy masón (no quise preguntarle al librero qué intentaba decir con esto). Al parecer, se vendió la primera edición, de mil quinientos ejemplares, en un mes. Y yo sudando la gota gorda para vender cien ejemplares, pensé. Luego Menacho me contaría que su padre se las ingenió para vender setenta libros a amigos y conocidos. Si mi padre hiciera eso por mí, agotaría la edición. Pero mi padre es más como el de Kafka, aunque no me insulta en alemán.

domingo, 25 de mayo de 2014

Contiendas literarias

Como cada fin de semana, los escritores de la ciudad salían al campo a cavar trincheras en las que parapetarse con la sana intención de disparar a los escritores del otro lado. Las bajas eran numerosas, sobre todo las causadas por el fuego amigo.

sábado, 24 de mayo de 2014

MálagaCrea

Desde 2005, seguí el rito anual de presentarme a MálagaCrea. Todo empezó cuando me animaron a participar tanto mi ex como mi novia de entonces (la ex siguió siéndolo). No gané, claro, pero me dieron una mención especial y eso me llevó a pensar que me había quedado cerca. Lo que se convirtió en un veneno de larga duración, una obsesión. Cada año lo empezaba pensando qué escribir para MálagaCrea. Sin éxito, cada nueva edición era otro fracaso (hasta tres menciones especiales llegué a acumular). Lo cierto es que no era un concurso tan importante en el inmenso océano de los certámenes literarios, pero era mi concurso. Era una tradición perderlo. Era una tradición bromear sobre las menciones especiales. Era una tradición, también, relacionarlo con alguna mujer. Con Babeth, que me prometió que vendría a verme si me llevaba la que sería mi segunda mención especial (ahora que me paro a pensarlo, sólo era la cuarta ocasión en la que participaba), pero nunca vino. Con María, a la que vi por primera vez en una presentación de MálagaCrea el año en que fue jurado una ex amante mía, lo que me sirvió luego para bromear con la idea de que eso sería lo más cerca que estaría del premio: haberme acostado con una ganadora y con la ex de un ganador. Comentarios chorras para alimentar una mitología. Finalmente gané en 2012, a la octava. Qué raro fue todo. Y estaba allí Sonia para dedicarle una victoria tan inesperada. Y de pronto pensar que esto no tendría que haber sido tan difícil, joder. Era un mito engordado artificialmente, con hormonas de gilipollez. Y es que siempre hay motivo de queja. Señorías, ¿por qué tuve que esperar tanto para reclamar lo que era por derecho mío? Altos jueces, ¿por qué yo no tuve antes el cariño y amor incondicionales de las mujeres (también incondicionales)? ¿Por qué no soy un tipo alto y con voz de trueno, caballeros? Todo esto es injusto y en ningún momento a la altura de mi ego desquiciado. Pero gracias por el dinero, ¿cuándo me lo ingresarán?
Ayer fue mi última final (he llegado ya al límite de edad). Era finalista en la categoría de microrrelato, que no podía volver a presentarme en narrativa breve al haber ganado en una edición anterior. Estaba relajado, como si la cosa no fuera conmigo. Ya había cazado a Moby Dick, esto era sólo el epílogo. Como era de esperar, no gané; volví a los orígenes. Pensé en quedarme un rato en la sala al finalizar el acto, como el futbolista que se retira y pasea una última vez en silencio por el césped. Pero no lo hice. Me marché tranquilamente, sintiendo que había pasado el testigo. A partir de ahora, lo perderán otros.

viernes, 23 de mayo de 2014

El zumo

—No has traído zumo de naranja. ¿No había o te has olvidado?
—Yo tenía sueños, ¿sabes?
—¿Y eso qué tiene que ver?
—Sueños de grandeza. Ambicionaba una vida llena de emociones y aventuras. Una en la que no había sitio para compras aburridas, la verdad. Así que en el supermercado me he negado. Me he negado a buscar el zumo, que no estaba en su lugar habitual. Rondaba por allí un empleado con granos en la cara al que podría haberle preguntado, sí, pero he tomado una decisión ejecutiva y no lo he hecho. En su lugar, he venido a casa sin el zumo para afrontar como un valiente tu furia doméstica.
—No te voy a reñir por no traer el zumo, no tiene tanta importancia. Pero me sorprende que no vieras que allí había una aventura.
—¿Qué?
—El misterio del zumo desaparecido. ¿Y si el empleado estaba en el ajo? Ni siquiera fuiste capaz de interrogarlo sutilmente o tomar la vía expeditiva de sacarle la información a golpes. Quizá habrías descubierto una conspiración internacional que intenta escamotearles el zumo de naranja a las familias de clase media. Pero ahora ya nunca lo sabremos.

jueves, 22 de mayo de 2014

El plagiario

Yo a usted lo admiro mucho. Lo admiro tanto que quisiera arrebatarle sus méritos, pero desde la admiración, así que mi actitud no puede ser reprobable.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La luz y el camino

Todo lo que usted cree está equivocado. No ha preguntado a las personas adecuadas. No me ha buscado a mí, en definitiva. Y ese desinterés es insultante, como es lógico y natural. Y ahora tendrá que pagar. Pagar con dolor y sufrimiento. Es lo justo.

martes, 20 de mayo de 2014

La crueldad

Ayer estuve buscando en Facebook, esa herramienta tan útil para cotillear, a chicas que fueron muy crueles conmigo en el instituto. Ahora ya no eran aquellas chiquillas, sino mujeres adultas, claro. Me pregunté si se acordarían de todo eso. Seguramente no. Luego me planteé cómo les iría en la vida. Si serían felices o no. Si se merecerían esa felicidad (esto fue el rencor aflorando). También me pregunté por qué fueron tan malas entonces conmigo, si yo nunca les había hecho nada (ya me habría gustado con algunas, ya).

lunes, 19 de mayo de 2014

La Cenicienta

Cuentan que el Coca Juniors, equipo casi amateur, se clasificó para la final de la copa, lo que era una gran gesta para la región y los jugadores. La final se jugaba en unos días y los jugadores creían en sus posibilidades, ya que se sentían la Cenicienta de la competición. «Tenemos la simpatía de todos, pues se identifican con el equipo pequeño», se decían unos a otros. «No tenemos nada que perder, llegar a este “baile” ya es un gran éxito». Pero todos recordaban las palabras de Luis Aragonés, que en cierta ocasión dijo que las finales no se juegan, sino que se ganan. «Nadie recuerda a los segundones», pensaron. El día de la final, los nervios se apoderaron de los jugadores, que estaban decididos a hacer algo grande. Inspirados por los gestos épicos de películas de Hollywood como Braveheart, salieron al campo a jugar con la cara tiznada, como si fueran mineros a los que homenajearan o la propia Cenicienta. Todo el estadio aplaudió esta acción, pero el árbitro tuvo que cumplir el reglamento y expulsó a los jugadores, con lo que el Coca Juniors perdió el partido.

domingo, 18 de mayo de 2014

La biología

—Se acabó, lo sé todo. Sé que me has engañado con otras.
—Yo sólo te quiero a ti, cariño. Soy débil y seguía el imperativo biológico de fecundar a todas las hembras posibles.
—¿Qué? ¿Encima lo has hecho a pelo con un montón de desconocidas? ¡Todavía me habrás pegado algo!
—Por supuesto que no, cariño: siempre lo hice con condón con otras.
—¿Entonces cómo pretendías fecundarlas? Tu argumento no se sostiene. Primero justificas tu infidelidad diciendo que eres un pelele en manos de la biología y sentías la llamada de la reproducción de la especie, pero luego admites que tomabas precauciones para evitar esa misma reproducción. Eres incoherente.
—Soy un ser complejo.

sábado, 17 de mayo de 2014

Con Dios de nuestra parte

La selección nacional de fútbol de la Ciudad del Vaticano no pertenece a la FIFA. Un cardenal explicó que esto se debe a que sería injusto competir con otros equipos, pues Dios favorecería descaradamente a la selección vaticana y, claro, ¿dónde estaría la emoción para los espectadores?

viernes, 16 de mayo de 2014

Apadrinar un árbitro

«Ya estoy harto de que me insulten y agredan», dice un árbitro en el centro de acogida para colegiados. «Yo antes era juez de línea y se pasa mal», admite otro, «sobre todo para dejarlo: me pasaba el día junto a un semáforo y levantaba el banderín cada vez que un coche arrancaba por delante de otro». Estas víctimas olvidadas se recuperan ahora en un centro de acogida recientemente abierto en la ciudad de Madrid. «Es una iniciativa europea», nos cuenta su director, Arturo Fernández, «y éste es el primer centro, pero seguirán muchos más». La idea es rehabilitarlos y reinsertarlos en la sociedad, pero hacen falta fondos. Por eso han lanzado la campaña: Apadrina un árbitro. Por una pequeña cuota (diez euros al mes), se alimenta y viste a un ex árbitro y se le prepara para su nueva vida. A cambio, puede uno cartearse con el árbitro que apadrina. Algunos árbitros mandan a veces tarjetas rojas dentro de los sobres en vez de cartas, pero estas pequeñas recaídas no se consideran peligrosas.

jueves, 15 de mayo de 2014

Un golpe de suerte

Sonia tenía veintitrés añitos cuando la conocí y aquí sigue, tres años después, conmigo. Es un récord, un récord que parecía de lo más improbable. Hemos vivido muchas cosas juntos, pero todavía me maravilla despertar a su lado. Ella me saca de mi zona de confort y me obliga a enfrentarme a mis miedos (que son muchos). Mi vida seguiría siendo ciertamente un lugar oscuro y desolado si no hubiera aparecido ella para poner orden. Es todo tan extraño y, sin embargo, real.

miércoles, 14 de mayo de 2014

El golpe de estado

El presidente del jurado decidió que a partir de ese momento gobernaría en solitario, sin el concurso de nadie más, lo que era irónico, pues de determinar el resultado de un concurso literario se trataba. Esto no viene en las bases, arguyó un vocal, pero el presidente dictaminó que las bases quedaban anuladas y se redactarían unas nuevas en fecha a determinar.

martes, 13 de mayo de 2014

Volver a los grandes axiomas

Buenos días, dijo la llamada. Hemos decidido volver a creer en usted. Usted no sabe quiénes somos, claro, pero no importa. Somos un colectivo anónimo que se reúne en la sombra (sobre todo en verano) y nuestra única preocupación es su bienestar. Vivimos para satisfacerlo (no sexualmente, por el momento).

lunes, 12 de mayo de 2014

Volver a los espejos

Me encuentro a la madre de Alba, que me dice con admiración que estoy igual que la última vez que me vio (creo que fue hace cinco años). Contesto que eso es por falta de adaptación al medio, que siempre me da la sensación de que el tiempo pasa para los demás, pero no para mí (que sigo inmerso en una juventud difusa que en realidad ya ha terminado). Ella sonríe con amabilidad.
Más tarde, esa misma noche, me parece ver en el autobús a la primera chica que me gustó en el instituto. Pero es difícil determinarlo, que está bastante avejentada. Ella no da señales de reconocerme, en cualquier caso, aunque esto es natural, pues seguramente no recuerde mi existencia. Qué época más idiota fue aquella, pienso, pero ¿acaso no lo son casi todas?

domingo, 11 de mayo de 2014

Todas las mujeres del abecedario (2)

Pensó en los tres grandes amores de su vida. En orden cronológico: Marta, Aurora y Lucía. Por sus iniciales: MAL. Había ahí un mensaje claro.

sábado, 10 de mayo de 2014

Todas las mujeres del abecedario

—Hola, estaba ahí sentado y no he podido evitar fijarme en ti. Eres preciosa.
—Muchas gracias.
—¿Cómo te llamas?
—Laura, ¿y tú?
—Vaya. ¿Laura? Entonces lo nuestro no puede ser, que la ele ya la tengo.
—¿Qué?
—Verás, me he propuesto tener a todas las mujeres del abecedario antes de sentar la cabeza y casarme. Tengo casi todas las letras, pero va pasando el tiempo y ya no puedo permitirme repetir. Entiéndelo: si te llamaras Zoraida, sería distinto.
—Nunca pensé que me vería reducida a una letra del abecedario.
—No es nada personal.
—Eso es evidente, sí.

viernes, 9 de mayo de 2014

Las pequeñas cosas

—¿Has escrito hoy algo de la novela?
—No, pero he hecho algo mucho mejor: he conquistado Europa entera.
—¿Qué?
—En el nuevo videojuego de estrategia y gestión política: Total Power 3. Ahora gobierno yo y la población europea vive una edad de oro con mayor igualdad económica entre clases.
—¿Y qué coño pasa con la novela? ¿No tenías que estar terminándola ya?
—Cariño, eres una egoísta. ¿Qué importancia tiene una simple novela más en comparación con el bienestar de millones de personas? Tienes que pensar a lo grande.

jueves, 8 de mayo de 2014

El comité de sabios ante la crisis

SABIO1: La crisis es un estado mental.
SABIO2: Sólo hay que ignorarla.
SABIO3: Si no la miramos a los ojos, no nos atacará.
SABIO4: Es más: si nos quedamos quietos, jamás podrá saber dónde estamos.

miércoles, 7 de mayo de 2014

A las armas, Serge

A las armas, pequeño judío. O a los brazos de las más hermosas mujeres, más bien. La rubia, icono francés. La inglesita. Bambou, que era familiar del mariscal Paulus, el que se rindió en Stalingrado (la última ironía del pequeño judío). Hablemos de tener a las más hermosas mujeres, de dar una bofetada a los demás. Hablemos de ofender con la fealdad. Hablemos de negarse a bajar la cabeza. Porque tú no querías pasar desapercibido, te rebelaste ante todo y ante todos. Pero tampoco te interesaba ganar, pensabas con tres infartos encima, consumido por el alcohol y los cigarrillos; ganar no era tan importante como incordiar a todos esos aburridos.

martes, 6 de mayo de 2014

Hipótesis

—¿Tú tendrías una amante?
—Sólo te quiero a ti, cariño.
—Ya lo sé, pero olvídate ahora de que estás conmigo. Lo que quiero saber es si hipotéticamente tendrías una amante. Imagínate que es irresistible y que nadie lo va a saber nunca. Imagínate que no eres feliz con tu mujer.
—Ah, pues no sé, supongo que podría, sí.
—¡Lo sabía! ¿Y cómo se llamaría esa guarra?
—¿Qué?
—Que cual sería su nombre hipotético, hijo de puta. Para estar atenta.

lunes, 5 de mayo de 2014

La educación sentimental

Sonia y yo llevamos ya tres años. Es una diplomatura. Se ha diplomado en mis usos, costumbres y manías. Hay que tener vocación.

domingo, 4 de mayo de 2014

La palabra adecuada

Si uno hubiera dicho la palabra adecuada en el momento preciso, piensa. Pero eso sería taumaturgia, además de un ego inmenso. La realidad no está a la espera de sus palabras. Nada de lo que él diga tiene una influencia decisiva en otras personas. Sin embargo, no deja de lamentarse. Si hubiera dicho algo, quizá el resultado habría sido distinto.

sábado, 3 de mayo de 2014

Síndromes

—Buenas tardes, señorita. Quiero follarle el culo.
—¿Cómo dice?
—Perdón, es el síndrome de Tourette.
—En ese caso, perdonado.
—Fenomenal. ¿Entonces está receptiva a la idea?
—¿Qué?
—Perdón, eso ha sido el Asperger.

viernes, 2 de mayo de 2014

Nadar

Kafka en su diario escribió que Alemania había declarado la guerra a Rusia y luego sin más anotó que fue por la tarde a nadar. En el primer parte de guerra alemán se puede leer: Sin novedad en el frente; los hombres centroeuropeos acuden a la escuela de natación como si tal cosa.

jueves, 1 de mayo de 2014

Las tijeras

En el otoño de su vida, el afamado escritor descubrió que los recuerdos eran una novela y el alzhéimer un editor severo que recortaba pasajes sin parar.