jueves, 3 de abril de 2014

Taxis

—Aunque usted no lo sepa, soy taxista.
—Sí que lo sé, que me está llevando al aeropuerto.
—Ah. Pero eso no demuestra nada, podría ser un secuestrador.
—Podría, pero no iba a sacar nada conmigo, que no tengo seres queridos.
—Lo he notado en sus ojos. Lo de que es un tipo solitario, quiero decir. Por eso he pensado que sería buena idea darle conversación. Los taxistas somos como psicólogos, ¿sabe? Es extraño que apenas haya taxistas argentinos. En cualquier caso, un día me presenté en la universidad para ver si podían convalidarme mis años de taxista, pero se negaron a darme el título de licenciado en psicología. Una injusticia, ¿no le parece? Pero nadie escucha nuestras quejas: los políticos nunca viajan en taxi, siempre en coche oficial. Somos un colectivo desconocido y continuamente despreciado.

2 comentarios:

Pommette dijo...

El título de hosteleria se lo convalidan fijo...


gracias!

Javier dijo...

Lo de los argentinso es más bien el psicoanálisis.