miércoles, 9 de abril de 2014

La solución

—Opino que lo mejor es asesinarlo, borrarlo de la ecuación.
—Pero eso es hacer trampas.
—Supongo. Creo que en la Carta Olímpica no dicen nada del asesinato. Y a la Convención de Ginebra también le parece mal, en general.
—Y además es antimatemático.
—¿Qué?
—Claro. Tenemos aquí un dato que preferimos borrar para lograr el resultado deseado en la operación en vez de resolverla correctamente.
—Es más sencillo así.
—Y menos honesto. Propongo que nos pasemos toda la noche estudiando el problema hasta llegar a una solución honesta intelectualmente.
—Desde que estás en la universidad, no se puede contar contigo para nada.

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