miércoles, 30 de abril de 2014

Recapitulando

A mí, más que la egolatría, me empujó siempre el deseo de ser otro. Pero mi talento para el disfraz nunca pasó de limitado e invariablemente descubrieron mi verdadera identidad.

martes, 29 de abril de 2014

Egoísmo espacial

—Estoy ahorrando para mudarme a Marte.
—Aplaudo tu espíritu aventurero. Tengo entendido que siempre necesitan gente en las colonias.
—No, no es nada de eso. Es porque en Marte la gravedad es menor y eso hace que una persona pese menos. Siempre he querido adelgazar, pero nunca lo consigo. Sin embargo, en Marte pasaría de pesar ciento veinte kilos a cuarenta y cinco. ¡Volvería a estar delgado, el sueño de mi vida!

lunes, 28 de abril de 2014

Él

Dios 9, el sistema operativo que cuida de usted. Ya no tendrá que preocuparse de nada, Dios 9 tendrá una relación personal con usted, organizará su agenda y velará de sus intereses hasta el día del Juicio Final.

domingo, 27 de abril de 2014

Escribir en autobuses

Escribir en autobuses (en general, en cualquier transporte público) es una odisea llena de codazos, empujones y falta de higiene corporal. Por si no fuera bastante, el tiempo para escribir es limitado, pues el conductor (revisor, en el caso del tren) se empeña en que bajes cuando el vehículo termina su recorrido y pagues otro billete para el viaje de vuelta.

sábado, 26 de abril de 2014

Escribir en bares

Lo mejor de escribir en bares es leer a la mañana siguiente cosas que no recordabas haber escrito.

viernes, 25 de abril de 2014

Escribir en cementerios

Escribir en cementerios es de lo más relajante, aunque los familiares de los muertos encuentran ofensivo que te sientes en las lápidas (el frescor sienta de maravilla en las posaderas los días de verano). El silencio, la fragancia de las flores, todo se une para dejar volar la imaginación. Aunque tiene sus desventajas. Por ejemplo, si pruebas la escritura automática, es inevitable preguntarte si no estarás transcribiendo los pensamientos de los difuntos.

jueves, 24 de abril de 2014

Escribir en alfombras

El escritor está solo en casa y se enfrenta al desafío de la página en blanco. Pero no puede. Se siente derrotado antes de empezar. Levanta la mirada hasta la pared blanca, la misma pared contra la que se está estrellando, piensa. Qué hacer. Qué hacer para que el cerebro carbure como es debido. De pronto, le molesta hasta la ropa. Se desnuda. Volver al ser primigenio. Todos nacimos desnudos, es lo natural. Se siente liberado, pero todavía no fluye la imaginación. Decide tenderse en el suelo, pero está un poco frío, así que va a la sala de estar y se acuesta en la alfombra. Mucho mejor. Las fibras le acarician la espalda. Se revuelca, feliz. Piensa en alfombras mágicas, en sobrevolar la misteriosa India o una Bagdad de cuento. En ese momento, entra su mujer.

miércoles, 23 de abril de 2014

Escribir en bibliotecas

En la biblioteca por la mañana, rodeado de jubilados (de hecho, soy la única persona menor de sesenta). Intentando escribir algo, pero es difícil. Me siento observado (aunque no me miran). Lo mío es escribir en soledad, no rodeado de gente, eso es para escritores todoterrenos. Pero aquí estoy, frente a la página en blanco. Fracasando. Con la mirada perdida. Y quisiera decirle al anciano que tengo al lado: Señor jubilado, ya sé que parezco un patán, pero soy un autor publicado. En serio. Vale, sí, publicado por una sórdida editorial y mi libro no se encuentra apenas en librerías, sino en oscuras esquinas y lo introducen clandestinamente en el país tipos que lo transportan en el recto (lo que hace que sea mucho más emocionante el acto de comprarlo), pero también vale así.

martes, 22 de abril de 2014

Ser y estar

Ayer iba hablando en el tren con una joven artista y, de alguna manera, acabó saliendo el nombre de mi primera novia. Qué raro, pensé yo. Esta chica conoce a mi ex, aunque sea de oídas, e incluso a su anterior pareja, pero no sabe nada de que estuvo también conmigo. También es cierto que ha pasado mucho desde entonces (más de diez años), pero sigue siendo raro no existir ni siquiera como un rumor. Quizá sea por no formar parte realmente del mundillo (acampo en ocasiones en los aledaños, nada más). Aunque creo que siempre hacen así mis ex amantes. Procuran no pronunciar mi nombre (sobre todo a las doce de la noche, no sea que me invoquen de los infiernos). Ni siquiera se susurra. No sólo autor secreto, también amor secreto, murmuré mientras la chica me miraba sin comprender nada.

lunes, 21 de abril de 2014

Cuando el niño era niño

Ayer me dio por buscar en internet a mi mejor amigo de la infancia, algo de lo más complicado, pues la última vez que lo vi teníamos diez años. Pero los veinticinco años pasados no me desanimaron, que buscar por internet es cómodo y descansado (se puede hacer sentado). Di con un candidato, pero me sorprendió ver en su muro de facebook que enlazaba una página de ultraderecha. No puede ser él, pensé. ¿Cómo va a ser un niño facha? Porque yo lo recordaba jugando e inventando historias, no quejándose de los inmigrantes o el aborto. No, será otra persona, me dije y seguí buscando.

domingo, 20 de abril de 2014

La tostadora

Cada vez que usaba la tostadora, se llenaba la cocina de una luz rojiza. Las llamas del infierno, deducía (el olor a azufre también ayudaba). Nueva tostadora, pensaba, ahora con más Satán. Se preguntaba si no estaría poniendo en peligro su alma inmortal con todo esto, pero la verdad es que tostaba excelentemente bien el pan.

sábado, 19 de abril de 2014

El paseo

Nunca me ha gustado la Semana Santa. De pequeño, me daba un miedo atroz ese ambiente tan tétrico, el culto a la muerte. Ahora que soy adulto (más o menos) lo observo todo con estupor. Gente que pasea a velocidad de tortuga a sus divinidades. Que le dé el aire a nuestro dios, podrían gritar, pero seguramente eso sería considerado irrespetuoso.

viernes, 18 de abril de 2014

El motor del mundo

Ayer fui al Carrefour con la intención inconfesable de adquirir pimientos y me pareció ver a una ex amiga (vendiendo vete a saber qué). Creo que era ella porque me miró con desprecio, aunque esto a veces también lo hacen desconocidas. El caso es que luego intenté recordar cuál fue el motivo por el que dejamos de ser amigos, pero no lo conseguí. Aunque estaba claro que ella sí lo recordaba (o, al menos, recordaba que debía odiarme sin importar los motivos). Es extraño todo. La gente es mucho más constante en su odio que en su amor. Dejan de quererte por cualquier cosa, pero para dejar de odiarte necesitan una redención absoluta de tus pecados reales e imaginarios.

jueves, 17 de abril de 2014

Demodé

Yo nací antes de tiempo, ¿saben?, dice el señor Vicente. Siempre sentí que no encajaba en mi época, que tenía pensamientos más avanzados. Por eso ahora me junto con gente joven, que tiene la edad que tendría que tener yo. Es por eso, no piensen mal. Sé que me juzgan ustedes, también lo hacen los jóvenes, que se preguntan qué hace este viejo intentando formar parte de su grupo. Es algo muy triste no encajar nunca.

miércoles, 16 de abril de 2014

En la intimidad

Me preguntó un amigo por la entrada de diez años de blog. Que cómo podía desnudarme así, que qué iban a pensar mis ex amantes. Bueno, es de lo más sencillo cuando no te leen, dije yo.

martes, 15 de abril de 2014

Usted y yo

Señorita, sólo quiero que sepa que me la he follado miles de veces. En mi imaginación. En posturas posibles e imposibles. Y no le he pedido permiso para imaginar todas estas cosas. Tampoco a mi mujer.

lunes, 14 de abril de 2014

Inspiraciones nocturnas

Las palabras fluyen en el entresueño, cuando no puedes atraparlas.

domingo, 13 de abril de 2014

La revelación

El matrimonio Fernández está haciendo el amor (cosa extraña, pues es jueves) cuando de pronto se presenta la Virgen en la habitación para anunciarle algo importante a la humanidad, pero esta visión del sexo (sin palomas implicadas) provoca que sea la humanidad quien le revele algo importante a ella.

sábado, 12 de abril de 2014

Es sólo un objeto

—Es sólo un objeto, cariño.
—No, no lo es. Es un molde de la vagina de tu difunta mujer.
—Es todo lo que me queda de ella, entiéndelo.
—¿Crees que no sé lo que haces con... con eso cuando no estoy?
—Sólo me masturbo, no es tan grave.
—Es mucho peor. Es infidelidad. Y necrofilia.

viernes, 11 de abril de 2014

Esperando la llamada

Esperando la llamada, la llamada del jurado del certamen literario, que está reunido en este momento. Y esto es un poco como el reo al que van a ejecutar, que espera con ansia esa llamada de última hora del gobernador que lo detenga todo. Pero los minutos van pasando y no suena el teléfono. No me llamarán, parafraseando a Blas de Otero. Sonará el teléfono de otro, que vivirá feliz con los suyos hasta el próximo concurso.

jueves, 10 de abril de 2014

La vida aburrida

Soy un tipo aburrido. O al menos sé que la vida es aburrida. No creo en dioses ni en conspiraciones. Asumo que no hay nada más que lo que es lógico y evidente para cualquiera con actividad cerebral. Admito que sería más entretenido creer en cosas raras, pero es muy complicado convencerse de algo cuando ya sabes que es falso.

miércoles, 9 de abril de 2014

La solución

—Opino que lo mejor es asesinarlo, borrarlo de la ecuación.
—Pero eso es hacer trampas.
—Supongo. Creo que en la Carta Olímpica no dicen nada del asesinato. Y a la Convención de Ginebra también le parece mal, en general.
—Y además es antimatemático.
—¿Qué?
—Claro. Tenemos aquí un dato que preferimos borrar para lograr el resultado deseado en la operación en vez de resolverla correctamente.
—Es más sencillo así.
—Y menos honesto. Propongo que nos pasemos toda la noche estudiando el problema hasta llegar a una solución honesta intelectualmente.
—Desde que estás en la universidad, no se puede contar contigo para nada.

martes, 8 de abril de 2014

Jugársela

Realmente, caballeros, yo vengo aquí a jugarme la vida con una sonrisa. Porque de nada vale vivirla si no puedes perderla en un instante. ¿No entienden que sólo me siento vivo en ese momento? En ese momento en el que sé que puedo perderlo todo.

lunes, 7 de abril de 2014

Un pueblo piadoso

—Ha muerto el ganado.
—Todo es culpa de la sequía.
—De la sequía y de las enfermedades. El Señor nos manda plagas, nos castiga. Algo habremos hecho.
—Nos castiga por los pecados de Simón, que no es lo bastante pío.
—Es verdad, va poco a la iglesia y tiene cara de blasfemar con el pensamiento.
—¿Qué podemos hacer?
—Creo que la solución está clara: Dios nos castiga por la actitud de Simón, así que lo que tenemos que hacer es castigarlo nosotros a él. Hay que corregirlo a golpes por el bien de todos.
—Es lo justo.

domingo, 6 de abril de 2014

La droga del amor

Siempre fueron un matrimonio infeliz, pero siguieron juntos porque, siendo ambos fumadores, la nicotina de sus labios los mantenía enganchados en cada beso.

sábado, 5 de abril de 2014

To Boddah

—Se ha muerto ese cantante que te gusta —me dijo mi madre.
—¿Quién?
—Pues… no me acuerdo del nombre. Uno rubio, con el pelo largo.
—¿Kurt Cobain?
—Sí, creo que sí —dijo.
Puse el teletexto (no había internet entonces). Era cierto: Kurt Cobain, el cantante de mi grupo favorito, se había suicidado. Recuerdo que fui a mi cuarto a escuchar In Utero. Ya no habría más canciones. Ya nunca podría ir a un concierto de Nirvana. Pensé en su hija de corta edad. En la bruja de Courtney Love (todos odiábamos a Courtney Love).
El lunes, en el instituto, las chicas cantaban cosas de Nirvana (del Unplugged, claro, que ese fin de semana lo habían emitido varias veces), cuando antes no habían mostrado ningún interés. Era un grupo para chicos, decían. La muerte le hacía respetable a uno, pensé. Quizá, me dije, si yo muriera, existiría para las chicas. Pero no compensaba demasiado. Morir a los quince para gustar a las compañeras de clase. No, no era una gran idea.
Era abril de 1994. Quedaba todavía lo peor de los noventa.

Publicado en el número 13 de Obituario

viernes, 4 de abril de 2014

Taxis (2)

—Oiga, no me suena de nada esta calle, ¿nos hemos perdido?
—Sólo usted.
—¿Cómo?
—Sí. Usted, quizá por el largo viaje, se ha equivocado al darme la dirección. Me ha dado una dirección que no existe, pero los taxistas hicimos un juramento para llevar siempre a nuestros clientes a sus destinos. Y eso es lo que hacemos siempre. ¿Sabe la gente que desaparece sin rastro? Son personas que dieron a sus taxistas direcciones que sólo existen en otras realidades.

jueves, 3 de abril de 2014

Taxis

—Aunque usted no lo sepa, soy taxista.
—Sí que lo sé, que me está llevando al aeropuerto.
—Ah. Pero eso no demuestra nada, podría ser un secuestrador.
—Podría, pero no iba a sacar nada conmigo, que no tengo seres queridos.
—Lo he notado en sus ojos. Lo de que es un tipo solitario, quiero decir. Por eso he pensado que sería buena idea darle conversación. Los taxistas somos como psicólogos, ¿sabe? Es extraño que apenas haya taxistas argentinos. En cualquier caso, un día me presenté en la universidad para ver si podían convalidarme mis años de taxista, pero se negaron a darme el título de licenciado en psicología. Una injusticia, ¿no le parece? Pero nadie escucha nuestras quejas: los políticos nunca viajan en taxi, siempre en coche oficial. Somos un colectivo desconocido y continuamente despreciado.

miércoles, 2 de abril de 2014

Amores alternativos

—Y así se acabó lo nuestro.
—No, vuestro amor continúa, pero homeopáticamente.
—¿Cómo? Si ya no está en mi vida.
—Pero te quedan los recuerdos, diluidos.

martes, 1 de abril de 2014

La belleza

—Buenos días, quiero trabajar como modelo fotográfica.
—Perdone que sea tan brusco, señorita, pero no sé cómo decir esto de otra manera: es usted feísima.
—Es usted muy maleducado, pero le doy la razón, la naturaleza no me ha concedido la belleza que yo siento que puedo mostrar. Sin embargo, esto no es ningún obstáculo en los tiempos que corren. Hoy en día, con photoshop se resuelve todo. Ustedes pueden hacerme bella en las fotografías.
—Quizá, pero embellecerla a usted es un proceso bastante más arduo que si se tratara de una mujer hermosa ya desde el principio.
—Ah, muy bonita su actitud. Así que vengo yo aquí a trabajar duro, a superar mis defectos físicos con firme voluntad y, mientras tanto, ustedes optan por la vía fácil, por no dar ni golpe y que las modelos lo hagan todo.