viernes, 28 de febrero de 2014

La muerte como herramienta de seducción

—Me gustaría verte hoy. Resulta que el médico me ha dicho que podría morir en cualquier momento y qué mejor manera de morir que estando contigo.
—Siguiendo esa lógica, tendríamos que estar todo el rato juntos.
—Ah, a mí me parece bien.

jueves, 27 de febrero de 2014

La lotería

Lo mío de participar en tantos concursos es pura ludopatía literaria.

miércoles, 26 de febrero de 2014

646

José Pablo y yo nos preguntábamos cuántos ejemplares de Órbita 76 habríamos vendido. Calculábamos que quizá unos ochenta, pero luego éramos optimistas y elevábamos la cantidad a más de cien. Ayer el editor nos contó que han sido seiscientos cuarenta y seis. Nunca hubiera imaginado que algo escrito por mí podía ser comprado por tanta gente. Tantos desconocidos que han querido llevarse el cómic a casa. ¿Cómo habrá sido posible esto? ¿Quién será esa minoría silenciosa? ¿Cómo darle las gracias?

martes, 25 de febrero de 2014

De la literatura portátil

Soy un hombre que siempre ha llegado tarde a las novedades tecnológicas. Hace años, una chica me dijo que me mandaría un vídeo erótico suyo al móvil, pero no podía ser, pues mi móvil era antediluviano y no estaba preparado para esas cosas. Tiempo después me hice con un móvil con capacidad para esos menesteres, pero ya había pasado el momento y la chica no estaba por la labor de mandarme nada. Del mismo modo, nunca he tenido ipods, ipads, o libros electrónicos. Todo eso cuesta dinero, al fin y al cabo, y a mí nunca me ha sobrado. No fue hasta el año pasado cuando por fin me hice con un ordenador portátil. Y qué cambio, amigos. La revolución. Va conmigo de una habitación a otra. Me lo llevo en los viajes. Y la libertad que da poder escribir en la terraza, al sol. O en la cama, como Proust y los holgazanes.

lunes, 24 de febrero de 2014

Compensar

Si mis plagiarios tuvieran el detalle de comprarse mi libro, me iría muy bien económicamente.

domingo, 23 de febrero de 2014

El poder de la palabra

Padre, mi marido entra en trance cuando escribe. A mí me parece que esto puede considerarse infidelidad o, al menos, posesión demoníaca, pues siempre dice que pasa momentos muy agradables en brazos de las musas.

sábado, 22 de febrero de 2014

Formas de amor

Publicar es como ligar, caballero. Así, una vez que has conseguido perder la «virginidad», hablas con más aplomo a las editoriales, que por lo tanto están más receptivas a irse a la cama contigo.

viernes, 21 de febrero de 2014

De sentido común

Yo soy un firme defensor de la desregulación en la economía, dice el político neoliberal. Porque es evidente que funcionaría armónicamente para bien de todos. Hay quienes afirman que esto que defiendo es una barbaridad y ponen como ejemplo que en un país sin leyes habría más delitos, pero esas personas se equivocan: al no haber leyes, no podría haber delitos, pues no se quebranta ninguna ley. Es lógico y de sentido común.

jueves, 20 de febrero de 2014

El secretismo

Un momento embarazoso en la vida de un autor tercermundista es buscar su libro siempre que va a una librería que en teoría lo tiene. Y no encontrarlo. Y no preguntar porque te da vergüenza.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Crossover

«Hijo, venga mi muerte», dice el espíritu del rey danés a Willy Loman en Muerte de un viahamlet, la obra rompedora que se representa esta semana en el teatro municipal de Pinares de Entretiempo.

martes, 18 de febrero de 2014

La solidaridad

Mensajes grabados con una cálida voz femenina agradecían cada media hora a los trabajadores su esfuerzo y sacrificio, que permitían que el país prosperara por encima de sus posibilidades.

lunes, 17 de febrero de 2014

El abogado

Hola, me llamo Martín y algún día seré tu abogado, le dijo un niño a otro en el patio del colegio. El otro niño le miró sin entender nada y preguntó si se trataba de una broma. Ahora te parece una broma, contestó Martín, pero dentro de treinta años Mercedes te pedirá el divorcio y entonces necesitarás mi consejo. Yo, como seré buen profesional, pasaré por alto este momento tuyo de duda.

domingo, 16 de febrero de 2014

El segundo año

Lo que quería decirte es que por fin, en ese momento, entendí que en realidad nunca hubo nada. Pasé mucho tiempo sufriendo por haber perdido una ilusión, un espejismo. Porque yo en aquella época no estaba atento a la vida. O sí, pero no sabía con qué compararla. No podía analizar ni la mitad de las cosas y creía que todo aquello era normal.

sábado, 15 de febrero de 2014

La celebración del centenario

El escritor Lucas Brando siempre invitaba a sus amigos a una fiesta cuando terminaba de escribir la página número cien de la novela en la que estuviera trabajando. Vamos a celebrar el primer centenario, era la frase con la que comunicaba a sus amistades que había llegado el momento de emborracharse de nuevo en buena armonía.

viernes, 14 de febrero de 2014

Peinarse contra el viento y otros actos de heroísmo cotidiano

La vida siempre deja este regusto amargo, un poco como a cianuro. Es el sabor de boca de Himmler, digo siempre yo, aunque mis interlocutores se molestan por estas afirmaciones y se levantan entre improperios a mi persona por estropear lo que hasta ese momento estaba siendo una muy agradable tarde.

jueves, 13 de febrero de 2014

La trampa mortal

Desde que tiene ducha con mampara, le preocupa la idea de quedarse encerrado en ella con una cucaracha. Sería sin duda una trampa mortal. Se imagina golpeando la mampara con la cabeza mientras la cucaracha corretea entre sus piernas.

miércoles, 12 de febrero de 2014

El mundillo

No insista, su nombre no está en la lista y aquí nos conocemos todos. No pertenece a nuestro club y si insiste en llamar a la puerta lo único que logrará será un momento embarazoso para todos.

martes, 11 de febrero de 2014

Vértigos

—¿Debe uno saltar al vacío en el amor?
—Es un deporte de riesgo como cualquier otro.
—¿Pero lo recomiendas?
—Claro que sí. Siempre compensa ver estrellarse a otro por una vez.

lunes, 10 de febrero de 2014

Nouvelle cuisine

Con el descubrimiento de nuevas especies comestibles en otros planetas, se pensó que el problema del hambre en el mundo terminaría. Sin embargo, la gente se negaba a comprar pescados como la ranguna de Nebulón 7 en los supermercados, por muy bien que estuvieran de precio, ya que esos alimentos exóticos no eran «los de toda la vida» que cocinaban las abuelas.

domingo, 9 de febrero de 2014

De los celos

Mi novia es bastante celosa, lo que puede ser incómodo en ocasiones, pero también es halagador, pues cree que tengo posibilidades con todas.

sábado, 8 de febrero de 2014

De las pruebas de amor

Dicen que Dios te quiere, pero el caso es que nunca te lleva el desayuno a la cama.

viernes, 7 de febrero de 2014

La última navidad

Serán ya las dos de la mañana, piensa el soldado mientras contempla el vapor que sale de su boca y desaparece en la negrura. Una noche gélida para estar al raso. Una fecha señalada que tendría que compartir con sus seres queridos y no con el barro y los insectos de la trinchera. Ya es Navidad, pero su cena ha consistido en el rancho reglamentario, aunque ni siquiera ha podido calentarlo, pues un fuego podría revelar su posición al enemigo. Suspira de nuevo. Coloca la bayoneta en el fusil e imagina a su familia trinchando el pavo. No te dejes trinchar tú, murmura con labios agrietados.
De pronto, una bengala ilumina el cielo. Como un loco, piensa en la estrella que siguieron los Reyes Magos, pero no son precisamente estos quienes se aproximan, sino soldados enemigos. Lo absurdo de todo esto, piensa a toda velocidad mientras amartilla el fusil. No me traéis oro, incienso o mirra, sino balas, granadas y, en fin, muerte, musita antes de disparar a una silueta, que cae en el acto. Se escuchan improperios y silban las balas en su dirección. El soldado se agazapa en la trinchera y se aferra a su fusil como si su vida dependiera de ello. Estoy perdido, piensa. Perdido en la noche, perdido en el bosque, perdido como un niño. Si pudiera despertar por la mañana en mi cama y bajar corriendo al salón a abrir los regalos bajo el árbol, murmura un segundo antes de que una explosión lo borre todo para siempre.

jueves, 6 de febrero de 2014

Dudas metafísicas

¿Por qué será que la sensación «esto que estoy escribiendo es una mierda» siempre parece más auténtica que «esto que estoy escribiendo es maravilloso»?

miércoles, 5 de febrero de 2014

Una noche más en la cocina

Era ya tarde, pero Jackson y Pollock seguían trabajando en la cocina. Jackson quería marcharse a casa, pero no podía sin su hermano, que experimentaba con unas nuevas salsas que, creía él, reflotarían el negocio. Era muy fuerte el vínculo que unía a ambos hermanos: concretamente, los unía por la cintura, implicando varios órganos vitales. Jackson, que manejaba con destreza el cuchillo de trinchar, alguna vez había fantaseado con separarse de su hermano mediante un hábil tajo sin avisar. Al fin y al cabo, el médico les había dicho que uno de los dos moriría si fueran separados, pero no estaba claro cuál. Sería como jugar a la ruleta rusa, pero con un cuchillo, pensaba Jackson mientras admiraba la gran fotografía de mujeres con las medias bajadas que colgaba de la pared.

martes, 4 de febrero de 2014

Yo

Yo quería ser un líder carismático. Como Mussolini, por ejemplo. Pero sólo tengo sus delirios de grandeza.

lunes, 3 de febrero de 2014

El pueblo del Centenario

Sucedió que murió el Centenario una mañana en la que cantaban las avutardas (qué iban a cantar) y se reunió el pueblo entero en el Ayuntamiento para decidir qué hacer.
—El fallecimiento del Centenario es una tragedia inesperada que nos afecta a todos —dijo el alcalde—. ¿Qué podemos hacer para remediarlo?
—Podríamos disecarlo y dejarlo en la plaza, frente a la iglesia —propuso el boticario—. Al fin y al cabo, siempre fue un tipo callado.
—No seas bruto —dijo el cura—. Eso no es humano ni cristiano.
—Y los turistas se darían cuenta —añadió el herrero—. Son poco espabilados, pero no tanto.
—Es verdad, es verdad. Pensemos ante todo en el turismo —dijo el de los burros—. ¿Qué vamos a hacer ahora sin el Centenario?
—¿Cuántos años llevaba siendo Centenario? —preguntó el boticario.
—Unos quince —contestó el alcalde.
—Ya ha vivido, ya. El Señor le concedió una vida larga —apostilló el cura.
—Era el más viejo de la comarca —confirmó el de los burros.
—Se me ocurre que podríamos nombrar un sustituto —dijo el boticario—. ¿Quién es el más viejo del pueblo ahora?
—Yo —dijo Abundio—. Pero sólo tengo setenta, estoy muy lejos de ser centenario.
—Pues ahora eres el nuevo Centenario —anunció el alcalde—. A partir de este momento, tienes treinta más. Pero estarás en el cargo sólo catorce años, para honrar al Centenario original.
—¿Y morirme entonces? ¿Y si estoy bien de salud? Yo no quiero morir antes de tiempo.
—Piensa en el pueblo, Centenario, piensa en el pueblo —rogaron al unísono.

domingo, 2 de febrero de 2014

Los débiles

«Nosotros en nuestro partido defendemos los intereses de los más débiles. Por eso protegemos los derechos del no nacido, que es más débil que la madre. Es evidente», declara el ministro, que recibe una salva de aplausos. Un señor bajito, quizá un periodista independiente, se levanta entonces y pregunta: «¿No son los obreros más débiles que los empresarios? ¿No son los pobres más débiles que los ricos?». Un silencio sepulcral cae sobre la concurrencia, pero el ministro reacciona en el acto y afirma: «usted es un alborotador». Y los de seguridad sacan a patadas al impertinente.

sábado, 1 de febrero de 2014

Del fracaso romántico

Ya está, no pudo ser, dijo él. Nuestro amor se ha desplomado en la bolsa. Ahora declaramos la bancarrota y nos repartimos los restos del naufragio. Empezaremos de nuevo, pero lejos del otro, claro, y todo esto no será más que un leve recuerdo, una pequeña intentona que salió mal, sin más. La culpa fue tuya, que me hiciste soñar que éramos otras personas, respondió ella.