miércoles, 18 de septiembre de 2013

De la licantropía común

La amistad es un concepto extraño. ¿Qué es un amigo? Un tipo con el que te lo pasas bien. Un camarada. Un tío de puta madre, vaya. Como animales que somos, conformamos nuestra manada. Pero luego resulta que un amigo no está sólo para pasarlo bien, también está para animarte en los peores momentos. ¿Dónde estaba mi mejor amigo cuando me dejó mi primera novia? Pues conmigo, escuchando mis diatribas. ¿Dónde estaba yo cuando a él le dejó su novia? Pues con él, emborrachándonos convenientemente mientras ella se daba una juerga en Nueva York. Así que un amigo también es alguien con quien emborracharse y despotricar de las mujeres, que no nos hacen caso y eso que somos unos tipos geniales y blablablá.
Uno siempre intenta que las novias se integren en el grupo de amigos, pero es complicado, ya que ellas tienen sus propias manadas. Y luego pasas a formar otra con ella y ves menos a los viejos compañeros de correrías. Tienes que preocuparte de tus cachorros y esas cosas. No, no puedo quedarme más, dices, tengo que volver a casa, que tengo al pequeño con algo de fiebre. Y entonces tu amigo te responde algo como: nadie se muere de un poco de fiebre, tómate una cerveza más y vamos a aullarle un rato a la luna.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Lo de la fiebre de los enanos es una fase. Luego crecen y los licántropos se encuentran otras vez. Y aún más perros, si me permite el juego de palabras.

Microalgo dijo...

Por cierto: Facilidades.

Sí, hoy día es mejor que te faciliten, en lugar de que te feliciten.