viernes, 2 de agosto de 2013

Fin de la cita

Mariano, joven actor universitario, siempre leía las acotaciones como si fueran parte de la representación. Decía de pronto cosas como: «dirigiéndose al público». O: «tiernamente, le coge la mano a la chica». Cierta parte de la crítica estaba subyugada por esto y lo llamaba metateatro.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Años después, la corriente literaria se denominó "metaporculo".