jueves, 25 de abril de 2013

La nomenclatura

Como alcalde vuestro que soy os prometí ser siempre sincero y la verdad es la siguiente: la crisis está siendo durísima para Pinares de Entretiempo. Por eso hemos tenido que tomar decisiones audaces, pues sólo con audacia se puede salir de una situación tan complicada como la nuestra, que estábamos al borde del abismo. Ya habréis escuchado los rumores y son ciertos: hemos aceptado la oferta de una importante multinacional para cambiarle el nombre al pueblo. Durante cinco años (renovables), nos llamaremos Pinares de Coca-Cola. Y el gentilicio de los habitantes será «refrescante». Todo esto, claro, implicará cambiar carteles, el escudo de la villa, etcétera. Pero creemos que es una solución muy beneficiosa para todos y, seguramente, atraerá al turismo.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Una guillotina para ese alcalde, por favor.

Contaba Juan José Millás que en un documental vio que una oruga imitaba la forma de un excremento de pájaro para pasar desapercibida. Decía el escritor que el bicho estaba protegido, sí, pero a qué precio.