lunes, 20 de febrero de 2012

Espionaje

Ella nunca vino y la información se perdió para siempre. Quizá cayó en manos de los soviéticos, que la usarían contra el mundo libre. Pero él siguió esperándola un rato en el bar acordado, por no rendirse a la evidencia. Además, era la hora feliz.

1 comentario:

Microalgo dijo...

El primer agente doble que ve doble de verdad.