miércoles, 29 de junio de 2011

Cuentos para niños

—No paro de contarle a Max tu cuento de Juan Jacobo Jinete Smith.
—Cuéntale el de Feldespato y Antracita.
—No, es demasiado triste.
—Hum. Pues los de Altavoz, entonces, que hay guerras en ellos. A los niños les encantan las guerras, son todos unos futuristas.
—No quiero que sea belicista.
—Lo será si no vive la guerra durante la infancia.
—Le cuento una adaptación de ese del alma y los pantalones. Pero con nariz en vez de alma.
—Ah. Para que no crea en la trascendencia, claro.
—Eso.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Da igual. Si Max queire oír el de Juan Jacobo, es capaz de escucharlo cada noche durante décadas. No sé por qué mecanismo mental a los niños les gusta saber qué es lo que va a pasar en los cuentos.

Lo contrario que a nosotros.