jueves, 10 de marzo de 2011

El gesto erótico de decir adiós

—A veces, cierro los ojos intentando recordarte y me parece escuchar el susurro de tu voz.
—Muy bonito, pero ahora dime la verdad.
—Vale, en realidad me parece escuchar el quedo roce de tu ropa interior al deslizarse por tus piernas.

6 comentarios:

Microalgo dijo...

Esa sinceridad le va a costar a Usted más de un disgusto. Tch.

Golfo dijo...

Ah, si si si, el siseo de las sábanas cuando entra desnuda en la cama. Dios, que tormento, ahí implantado y todo dulce, como un plátano demasiado maduro en el fondo de frigorífico.

Anónimo dijo...

¡Buenos días! (las 13.00h, ya!)
Oye, ¿cuánto hace que tienes insomnio?
Hmmm... Por otro lado estaba pensando;
Hay mucha gente que te comenta en anónimo y no quiero que confundas mis comentarios.
¿Y a qué te dedicas? ¿Son muchas preguntas? Tengo curiosidad por saber
quién está detrás de tanta literatura y poesía.

sonia marpez dijo...

Pues en ese caso...una sinceridad muy sensual.

Gabriel Noguera dijo...

Pues creo que toda la vida he tenido insomnio, señorita anónima. Y ahora mismo me dedico a contemplar el vuelo de los pájaros que surcan mi cabeza.
Puedes preguntarme lo que quieras, pero mejor por email, que es más íntimo.

Anónimo dijo...

Hecho!