jueves, 11 de noviembre de 2010

Rabia

Estoy lleno de odio, lo que es un problema. En los noventa era todo más fácil, que estábamos llenos de desesperación adolescente, algo mucho más manejable y que además estaba de moda entonces. El instinto homicida, por el contrario, nunca ha estado bien visto (salvo, quizá, en los años treinta).

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Pues entonces mi serenidad de los noventa es lo que era rara, según veo...

Lázarus dijo...

El odio no es ningún problema mientras vivas entre sumisos.

La serenidad es rara, sea la época que sea.