viernes, 27 de agosto de 2010

Coda

Todos los momentos decisivos han quedado atrás —dice ella—, ya ni siquiera queda el final, que ya ha sido, que ya ha terminado. La vida se ha marchado a la existencia de otros, otros que desconocen que nosotros todavía estamos por aquí, errabundos. Y qué hacer ahora que el tiempo se ha detenido, me pregunto yo, ahora que el futuro no puede llegar porque ni siquiera hay presente. Quizá somos ahora seres universales, pues no existimos en ningún lugar concreto y sin embargo aquí estamos tú y yo. Quizá somos ahora conceptos en la mente de alguien: de un borracho, de un loco. Recuerdos latentes de alguien que ha perdido la memoria. No sé, algo así.

No hay comentarios: