—¿Entonces no crees que hay amor? —pregunta ella.
—Si lo hay, es mentira —contesta él.
—Siempre tan negativo. Incapaz de confiar.
—Antes te gustaba eso de mí.
—Y me gusta. A veces. Bueno, no sé.
—Claro, te contradices porque eres amplia y contienes multitudes.
—¿Me estás llamando gorda?
—No, joder, estaba parafraseando a Whitman, nada más.
—A mí no me cites autores muertos, que te la ganas.
—¿Y autores vivos?
—Tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario