domingo, 18 de octubre de 2009

Historias breves e impopulares

Yo amaba con locura a mi mujer y pensaba que eso iba a ser así toda la vida, pero de la noche a la mañana le cambió el metabolismo y empezó a inflarse como un globo aerostático. Aunque yo siempre me había dicho que la amaba por su personalidad, de pronto descubrí que si me gustaba su personalidad era porque no estaba gorda. Con tristeza, tuve que aceptar que mi mujer había pasado a ser más grande que mi amor.

No hay comentarios: