domingo, 3 de mayo de 2009

La piel

Me recogió en coche un amigo, que habíamos quedado unos cuantos en su casa. Durante el trayecto me contó que había comprado unas películas de Truffaut. «Los cuatrocientos golpes, Domicilio conyugal, El amor en fuga, La piel suave... ¿o es La piel dura? Ahora no recuerdo cuál es la que he comprado».
Ya en su casa, estábamos todos bebiendo y hablando de, por ejemplo, Obama, cuando mi amigo se dirigió a la cocina a por una cerveza; a la vuelta se quedó mirando la estantería donde tiene las películas y anunció muy contento:
—Míchel, tengo la piel suave.
Todo el mundo pensó que estaba intentando ligar conmigo.

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