miércoles, 8 de abril de 2009

Televisión

Hace tiempo me preguntó una amiga si los apartamentos que ganaban los concursantes del «Un, dos, tres» estaban en Torremolinos. No, en Torrevieja, le contesté yo. A ella le pareció una pena, le habría gustado que mis vecinos fueran ex concursantes. Estaría bien eso, pensé yo, barriadas enteras de ex concursantes del «Un, dos, tres» recordando la gloria perdida. Un drama humano. Juguetes rotos. Descamisados, que decía Eva Perón. Parias de la tierra, famélica legión y todo eso. A las barricadas catódicas, no pasarán. O que pasen sólo los reporteros de «Callejeros».

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