martes, 11 de noviembre de 2008

Una tarde de domingo

Quizás va siendo ya hora de ponerse de acuerdo con la vida. Firmar una tregua. Probar la coexistencia pacífica. No más drogas y desamor. No más malditismo. No más poemas escritos en tardes de domingo. No más literatura, por favor, no más literatura. No más cinismo: Yes, we can y todo eso. Todos los hombres son mis hermanos. Todas las mujeres son mis hermanas incestuosas. Va siendo hora quizás de probar otra cosa, nos vamos haciendo viejos.

No hay comentarios: