martes, 18 de diciembre de 2007

Llueve

En esta ciudad nunca para de llover. Llueve cuando paseo por sus calles pensando en ti, que decidiste irte lejos. Me voy a la India, con los intocables, dijiste aquella mañana, mientras yo untaba mermelada en una tostada. Así de ridículo lo recuerdo todo. Creo que cada vez que pasa algo importante estoy haciendo alguna cosa banal. Declaran la guerra: estoy en la ducha. Asesinan al presidente: estoy sacando al perro. Terremoto: estoy durmiendo. Te vuelves loca y decides compartir tu vida con los leprosos de la India: tengo una tostada en la mano y te miro con cara de idiota. No sé si habrás encontrado la felicidad entre los parias de la Tierra, pero aquí todo sigue tan tonto y lluvioso como siempre.

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