lunes, 30 de abril de 2007

Encuentros

Una cajera del Carrefour me llama por mi nombre cuando me dispongo a pagar. Al principio no la reconozco, pero resulta ser el mito erótico de mi instituto. Cómo ha pasado el tiempo, dice ella. Yo sonrío y vuelvo a aferrarme a la loca esperanza de no haber cambiado nada.

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