lunes, 10 de abril de 2006

Ante el tribunal

En las últimas semanas, Paula y María Eugenia me han acusado de amar a todas las mujeres. "Joder, te gustan todas", vinieron a decir ante mi enésimo "la amo" referido a alguna hermosa dama. Yo me declaro culpable, pero con matices. Ya se me ocurrirá alguno.

Por otra parte, mi mejor amigo y mi ex novia más veterana me acusan de creerme el centro del universo. De acuerdo, hay pruebas de peso en mi contra: tengo un blog en el que cuento mi vida, me gusta exhibirme y ser el centro de la atención... Pero se me ha malinterpretado. El problema es que paso demasiado tiempo conmigo a solas y luego me cuesta relacionarme con seres humanos, pero no es maldad, sino incompetencia. En realidad, me encanta escuchar a la gente y luego utilizar sus histo... Perdón, quiero decir que sólo me mueve la empatía y el amor hacia mis semejantes.

Para finalizar este breve alegato, solicito que, en relación al delito de alteración del orden público que se me imputa, conste en acta que, cuando mi ex novia más veterana me dijo que quería hacer algo conmigo, acto seguido añadió que se refería a "algo de imagen y texto, que yo siempre te he admirado como escritor", por lo que considero que emular a Fernando Fernán Gómez y su "¡¡No necesito su admiración, vayase usted a la mierda, a la mierda!!" estaba plenamente justificado.

No hay comentarios: