Decía antes un evangelista que, si no seguimos los dictados de Dios, arderemos en el infierno durante toda la eternidad y que no existe sufrimiento comparable a ese y bla, bla, bla. Ahora bien, en otro momento de la conversación dice que Dios es amor. Entonces, si es que lo he entendido bien, Dios nos mete en un mundo lleno de dolor y sufrimiento en el que tenemos que seguir un rígido, estricto y tiránico código de conducta o nos veremos abocados a un sufrimiento aún mayor y encima eterno. Mi pregunta es: ¿y dónde está el amor ahí?
Dios me recuerda a una novia que tuve.
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