jueves, 4 de marzo de 2004

Madrid, Madrid, Madrid

Mañana me voy a Madrid a conocerla. ¿Qué pasará? ¿Descubriré mi verdadera vocación o seguiré siendo un mitómano? ¿Recobrará la cordura o le seguiré gustando? He tenido que prescindir del sombrero de mariachi y los mocasines para mi equipaje, lo que hace que mis posibilidades de triunfo disminuyan considerablemente. ¿De qué forma saludarla para que resulte original? En el pasado, mi clásico "agarrar por las solapas fieramente mientras se le pregunta con rabia dónde está Mike el napias" ha gozado de diversa aceptación. En fin, tal vez sea mi canto de cisne, tal vez no. Oh, Fortuna, sonríeme por una vez con una dentadura completa.

El lunes tendréis noticias mías (a no ser que me secuestren, asesinen, etc).

No hay comentarios: